El Betis sigue sin convencer


El Betis ha sumado esta tarde su tercera jornada consecutiva sin ganar, al no pasar del empate a uno frente al modesto Real Unión de Irún, en la séptima jornada de liga en Segunda División. Los béticos, además, han demostrado en el día de hoy mucho nerviosismo y una falta total de capacidad para jugar de forma decente cuando el marcador está apretado. Mal partido, pues, y la afición se marchó del estadio muy descontenta con el juego del equipo.

Sergio García y Nelson se lamentan; fue la tónica de todo el encuentro. Foto: diariodesevilla.es

Sergio García y Nelson se lamentan; fue la tónica de todo el encuentro. Foto: diariodesevilla.es

Los de Antonio Tapia salieron intentando intimidar al histórico pero recién ascendido conjunto guipuzcoano, aunque sin demasiado mordiente arriba. Pero como el Real Unión apenas si se acercaba al área local, no pasaba absolutamente nada. Las ocasiones de gol no abundaban precisamente, hasta que Juan Pablo Caffa tomó el protagonismo en el ataque bético. El interior zurdo argentino primero mandó al larguero un buen pase de Odonkor -noticia- desde la derecha cuando lo más fácil era marcar; luego se trompicó dentro del área desperdiciando otra buena ocasión; y por último, en el minuto 42, hizo el 1-0. Caffa recibió un pase de Nelson en la frontal del área y lanzó un disparo raso y colocado que entró en la portería irundarra después de dar en el poste y rebotar en la cabeza del portero visitante Jáuregui. Tercer gol para él en la presente temporada.

El Real Unión salió mucho más metido en el partido tras el descanso, lo que provocó el nerviosismo más absoluto en un Betis que hizo una segunda parte realmente infame. Los regalos en el medio campo eran más propios de los Reyes Magos que de un equipo que quiere ascender a Primera, y los modestos jugadores vascos se fueron creciendo poco a poco, ante el estupor de la hinchada bética. Primero avisaron con un gol anulado a Gorka Brit por fuera de juego; luego con sendas ocasiones de Rubén Durán y de Juan Domínguez; y, a siete minutos del final, en una jugada calcada a la del gol anulado, Abasolo remató a la red por bajo adelantándose en el área pequeña a Arzu, tras recibir un buen pase desde la banda derecha. Ello era una prueba inequívoca del descolocamiento y de la falta de concentración de la que hizo gala el equipo bético, que quiso hacer en los minutos de descuento todo lo que no había sido capaz de realizar en los más de cuarenta y cinco minutos anteriores. Pudo ganar el Betis, no obstante, pero Jáuregui desvió un disparo del canterano Rodri y también el posterior rechace de Capi. No hubiera sido justo, porque el Real Unión se ganó a pulso cuando menos el punto que se ha llevado para las tierras de Euskadi.

El Betis, por su parte, perdió la opción de volver a colocarse en puestos de ascenso, aunque lo peor fue la imagen de fragilidad transmitida tanto a su parroquia como a sus rivales. Cierto es que esta semana ha tenido bajas importantes -Juanma, Damiá y Nacho lesionados, y Emana con su selección- y que un jugador de la importancia de Pavone andaba un poco renqueante de su tobillo, pero ello no es óbice para justificar la pésima imagen ofrecida hoy por el conjunto de Tapia. De todos modos esta liga es terriblemente larga, y el Betis ya sólo debe pensar en el siguiente partido, el próximo sábado, en el que viajará a Castellón para medirse al equipo que, actualmente, ocupa el farolillo rojo de la Segunda División.

El líder en esta séptima jornada, con 15 puntos, es la Real Sociedad, que venció 2-0 al Salamanca; segundo es el Cartagena, que hizo lo propio por 1-3 en el Ramón de Carranza, y que suma los mismos puntos que los donostiarras; tercero y cuarto respectivamente son el Rayo y el Hércules, ambos con 14 puntos tras vencer al Villarreal B por 0-2 y empatar a cero en Las Palmas; y quinto es el Betis, con 12.

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