25 de junio de 1977. Estadio Vicente Calderón (Madrid). La parada de Esnaola al mítico guardameta del Athletic Club de Bilbao Iríbar le da al REAL BETIS BALOMPIÉ la I COPA DEL REY, antaño Copa del Generalísimo –el Campeonato de España de fútbol por eliminatorias-, rebautizada de esa guisa tras la muerte del dictador Franco.
Cuarenta años han pasado ya de aquel histórico día para el beticismo en particular y para el balompié sevillano en general, dado que a la capital de Andalucía no llegaba un título en materia futbolística desde hacía 29 años, y que tardaría otros 28 años más en ganar el siguiente cuando el propio Betis, en el mismo escenario y contra el Osasuna (2-1), volvió a ganar la Copa.
De aquel partido, de aquel gran triunfo frente al por entonces “Rey de Copas”, se han escrito y recordado muchas cosas a lo largo de estos años, y no solamente en Sevilla. Desde la celebración de 120 minutos apasionantes, que culminaron con 2-2 -Carlos y Dani adelantaron por partida doble al Athletic, y López empató en otras tantas ocasiones-, hasta una tanda de penaltis histórica, la joya de la corona de una de las finales más míticas del “Torneo del KO”; objetivamente quizás la que más, y subjetivamente, la más mediática a nivel nacional exceptuando los clásicos Barça-Madrid.
El enfrentamiento de David –el Betis, campeón de Liga en 1935 y que solamente contaba, aparte de aquello, con la final disputada y perdida en 1931 precisamente ante los “Leones”- contra Goliath –el Athletic, 6 ligas y 22 títulos coperos hasta aquel momento-; el “duelo al sol” en los penaltis entre Esnaola e Iríbar –el bético marcó, y el bilbaíno, unos tiros más tarde, erró-; el otro duelo, éste en los banquillos, entre Rafa Iriondo y Koldo Aguirre, la historia viva del Athletic ahora como técnico del Betis, frente al presente, otro ex jugador con el que el cuadro vasco ya había disputado la final de la UEFA pocas semanas antes.
Por no hablar de la emoción extrema de aquella tanda que duró 21 penaltis -20 legales y uno más que se tuvo que repetir-, en la que Esnaola primero salvó al Betis de dos “match balls” ejecutados por Dani y por Villar –el actual y sempiterno “presi” de la Federación Española-, y luego terminaría por dar la Copa a su equipo en su particular confrontación con Iríbar.
Un día espléndido que disfrutaron en las gradas unos ocho mil béticos, en manifiesta inferioridad frente a los más de treinta mil bilbaínos; y una jornada festiva en la que las dos aficiones, mezcladas en el campo, dieron una lección de civismo, de convivencia y de ambiente, hasta el punto de que aquello parecía, como muy bien apuntó el narrador del partido para TVE, el histórico José Félix Pons, la final de la FA Cup inglesa.
Para completar y complementar esta efeméride, qué mejor que disfrutar primero de LA TANDA DE PENALTIS; y después, del especial que, hace escasas fechas, emitió el canal público Teledeporte (programa “CONEXIÓN VINTAGE”), en conmemoración y recuerdo de uno de los partidos históricos por excelencia donde los haya dentro del fútbol español: la I COPA DEL REY, GANADA POR EL REAL BETIS BALOMPIÉ.
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