Oficio y pegada para vencer al Alcorcón


BETIS 3-ALCORCÓN 0

El Betis ya es matemáticamente líder a mitad de liga -campeón de invierno, que se dice- antes de terminar la primera vuelta. Y lo es tras deshacerse del Alcorcón por tres goles a cero, en un choque más problemático de lo que dictaminó el marcador.

Los verdiblancos acusaron tanto las bajas -Iriney, Beñat, Emana o Dorado- como el cansancio acumulado tras el tremendo esfuerzo del miércoles en el Camp Nou. El equipo de Pepe Mel, espeso, hizo un partido calcado durante muchos minutos al disputado hace dos semanas ante el Nástic de Tarragona pero que, a diferencia de éste, se supo resolver al final de manera mucho más clara. Además, el Rayo ganó luego al Cartagena, pero el empate a última hora del Xerez en Vigo le da al Betis seis puntos de renta tanto sobre el segundo clasificado como sobre el tercero.

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Hay que reconocer, cierto es, que el Betis ha tenido algo de suerte en la confección del calendario, ya que en el mes más cargado de partidos -por la Copa- le están tocando varios de los rivales más modestos de toda la Segunda División. Los heliopolitanos, algo lógico, están dando algunas muestras de cansancio, pero su calidad y su enorme pegada les está dando para resolver los choques ante este tipo de conjuntos bastante animosos, pero sin la contundencia verdiblanca.

El encuentro, tal y como servidor se temía, no transcurrió durante el primer tiempo según el teórico guión establecido. El Alcorcón maniató a un Betis tremendamente obtuso que, además, acusaba la baja de sus dos “manijeros” titulares, Iriney y Beñat. El doble pivote formado por Arzu y Salva Sevilla -no es esa la posición del almeriense- se mostraba incapaz de generar el juego necesario para poner cerco con verdadero peligro a la meta de Manu Herrera.

Es más, fue el Alcorcón el que dio el primer gran susto. Los madrileños reclamaron penalti en dos ocasiones en la misma jugada, pero afortunadamente el colegiado no quiso hacer caso de sus peticiones. El primero de ellos, de Isidoro a Borja, posible; el segundo de ellos, sobre Quini, clarísimo… de no ser porque el asturiano Piñeiro Crespo había anulado previamente la acción, probablemente por fuera de juego.

Pero, como contra el Nástic, la fortuna volvió a sonreír al Betis poco antes del descanso, en forma de un nuevo penalti (min. 43), éste de Nagore sobre Rubén Castro, muy protestado por el Alcorcón. Piñeiro Crespo, en efecto, erró, mas lo hizo al no expulsar al defensa alcorconero. El penalti fue claro -no fue carga y sí empujón por detrás y abajo-, pero faltó la correspondiente tarjeta roja al tratarse de una ocasión manifiesta de gol. Rubén Castro -no Jorge Molina, teórico lanzador cuando no está Emana- lo transformó y permitió que el Betis se fuera al descanso con ventaja.

En el segundo tiempo el medio campo del Alcorcón continuó ganándole la partida al verdiblanco, pero los madrileños demostraron por qué son uno de los equipos menos realizadores de Segunda. Pese a no llegar a la meta rival con demasiada frecuencia, el Betis cerró el partido con un doble arreón en la recta final.

Y quien se encargó de dar la tranquilidad a su equipo fue el que probablemente será el gran “fichaje” del mercado de invierno, Jonathan Pereira. El gallego, que reapareció en partido oficial el pasado miércoles, marcó el 2-0 a los 72 minutos, tres después de entrar en el campo por Ezequiel. Pereira hizo la pared con Rubén Castro en la frontal del área y batió con un tiro de zurda, raso y cruzado, a Manu Herrera. Miqui Roqué puso, a dos minutos del final, el definitivo 3-0 con un cabezazo a la salida de un córner. Sin brillo pero con pegada, como un verdadero líder.

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