El Betis inició ayer la temporada de la mejor manera posible, con una goleada por 4-1 ante el, eso sí, recién ascendido Granada. Los verdiblancos contentaron a su afición con un buen partido en el que exhibieron una enorme calidad en los últimos 25-30 metros.
No obstante, con la experiencia de la pasada temporada, todavía no debemos lanzar las campanas al vuelo tanto por la poca entidad del rival de ayer -con todos los respetos para un histórico como el Granada en su retorno a Segunda- como por el hecho de que aún hay mucho que mejorar en algunas líneas.
Lo mejor de todo es que, al menos, este año parece que se ha acertado de lleno con los fichajes, incluyendo al técnico. Pepe Mel, goleador verdiblanco a finales de los 80/principios de los 90, y primer ídolo futbolístico de quien suscribe, propone sobre el terreno de juego una apuesta de fútbol muy atractiva, que con los hombres con los que cuenta el Betis en ataque puede dar muy buenos frutos.
Ahí tenemos a Jorge Molina, actual “Pichichi” de Segunda y bigoleador ayer; ahí tenemos a los canarios Momo y Rubén Castro, eléctricos; y ahí tenemos a Salva Sevilla, el jugador de más calidad de todos. El almeriense, procedente del Salamanca y que también pasó por las categorías inferiores del Sevilla, parece que va a ser el heredero del mejor Capi, tanto en el dorsal -el 14- como en la forma de jugar.
Por sus botas pasaron tres de los cuatro goles. El primero de ellos, poco antes del cuarto de hora, en un córner que remató otro de los nuevos, el central Chechu Dorado, que junto al veteranísimo y retornado Belenguer darán mucha consistencia al centro de la defensa.
Sin embargo el medio campo y los laterales, sobre todo el derecho, ofrecían un agujero enorme, siendo con diferencia la zona más débil del equipo. Un error precisamente de Dorado al inicio de una contra del Granada propició un agujero enorme que aprovechó Geijo para acercarse al área y ceder a Dani Benítez, quien con la involuntaria ayuda de Belenguer batió a Goitia en el minuto 31.
Se vivieron momentos de zozobra porque la medular, con Iriney como único pivote, hacía aguas; unas aguas que se tranquilizaron un poco con el primer gol del “killer” Jorge Molina. El ex del Elche, poco antes del descanso, aprovechó un buen pase de Rubén Castro para batir al meta granadino Roberto con mucha calidad.
Pero la zozobra en el centro del campo no se acabó hasta mediada la segunda parte. El Granada volvió de vestuarios apretando y, pese a que el Betis seguía creando ocasiones -magnífica la del sub 19 Ezequiel-, varios córners seguidos contra la portería de Goitia llevaron la intranquilidad a unas gradas que no se explicaban por qué un recién ascendido les estaba creando más problemas de lo esperado.
Fue entonces cuando Mel descubrió su última y definitiva carta ganadora. Sacó al canterano Beñat, quien se hizo el dueño del medio campo, liberando de funciones un tanto más oscuras a Salva Sevilla. Y éste volvió a aparecer en ataque con el golazo de la jornada, una bellísima vaselina desde la frontal del área con la izquierda como pocas pueden llegar a verse en la categoría. Era el minuto 28, y dos más tarde el “nuevo Capi” cerró su exhibición con un gran pase a Jorge Molina, quien puso el definitivo 4-1.
Un gran partido, pues, del Betis en ataque, pero que todavía, pese a la revelación de Beñat, nos deja ciertas dudas sobre todo en el medio campo. El calendario próximo que se le viene al Betis es bastante duro: Recreativo, Elche -dos encuentros consecutivos como visitante- y Valladolid comenzarán a calibrar de verdad si el Betis está en condiciones de finalizar entre los dos primeros -los dos únicos lugares que dan el ascenso directo esta temporada- o, en su defecto, del tercero al sexto, para la promoción.
#1 by Rafa on 2 septiembre 2010 - 17:19
Enhorabuena, señor bético.