CRÍTICA DE CINE
PELÍCULA: TU MEJOR AMIGO (A DOG’S PURPOSE)
DIRECCIÓN: Lasse Hallström
GUION: Cathryn Michon, W. Bruce Cameron, Audrey Wells, Maya Forbes y Wally Wolodarsky, basado en la novela de W. Bruce Cameron
FOTOGRAFÍA: Terry Stacey
REPARTO: Dennis Quaid, Britt Robertson, Bryce Gheisar, Juliet Rylance, Luke Kirby, Josh Gad, K.J. Apa, Peggy Lipton, John Ortiz, Gabrielle Rose, Michael Bofshever, Kirby Howell-Baptiste, Pooch Hall
MÚSICA: Rachel Portman
VESTUARIO: Shay Cunliffe
PRODUCCIÓN: Amblin Entertainment, Amblin Partners, Pariah Entertainment Group, Reliance Entertainment y Walden Media
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: TriPictures
GÉNERO: Comedia dramática
NACIONALIDAD: Estadounidense
AÑO: 2017
DURACIÓN: 100 minutos
CALIFICACIÓN: * * * (sobre 5)
Si una película cumple de sobras con su objetivo y está bien contada, no importa que no sea una obra maestra para que reciba una crítica positiva. Y eso es exactamente lo que ocurre con TU MEJOR AMIGO (A DOG’S PURPOSE). Los “gurús” de la crítica cinematográfica –o quienes pretenden serlo- y los supuestamente grandes estudiosos de la obra del director, el sueco Lasse Hallström, pueden decir misa en sus respectivas reseñas, que sus opiniones son perfectamente respetables y, por qué no decirlo, hasta con una buena base fundamental.
Pero como yo no soy ni una cosa ni la otra –sólo un aficionado más o menos entendido, mientras que de Hallström apenas si conozco la inolvidable Siempre a tu lado, Hachiko-, estoy libre absolutamente de influencias o complejos de cualquier tipo para afirmar que no sólo he disfrutado de Tu mejor amigo sino que, además, puedo calificarla como una película con la que no sólo quedarán satisfechos –que no extasiados, que conste- los amantes de los perros y de los animales en general, sino también cualquier espectador que albergue en su interior una mínima dosis de sensibilidad.
Para quien aún no sepa de qué va el argumento, simplificaremos –para no “spoilear”- que trata de la existencia de un perro cuyo espíritu va reencarnándose sucesivamente en otros tres cánidos de diferentes razas, a cuyo mando –o cuya compañía- se encuentran humanos de bastante diversa índole: una joven promesa del fútbol americano, un policía, una joven estudiante afroamericana y una chica de los suburbios.
A partir de ahí, la historia desemboca en un desenlace tan rocambolesco como deseado por el público, pero que sobre todo, repito, está al final de un argumento sin grandes alardes pero muy bien engarzado, sin dar puntadas sin hilo y pleno de sensibilidad –que no sensiblería-.
Y eso es lo mejor de la película, tal vez: que narra historias comunes, sin artificialidades ni exageraciones de ningún tipo –a excepción, claro, del tema de la reencarnación, algo por otra parte asumible-, cosas que seguramente habrá vivido casi cualquiera que tenga o haya tenido a un cánido perruno como uno más de su familia. Con perros que no sólo son perros sino que se comportan como tal –muy acertado el guion para la voz en off con la que descubrimos el pensamiento de los cánidos-, y con humanos –a la cabeza de todos Dennis Quaid, el más conocido de un amplio reparto- que dan una réplica notable o, como poco, adecuada.
Son cien minutos los empleados en esta adaptación de la novela del norteamericano William Bruce Cameron con los que Tu mejor amigo no ganará un Oscar, pero que no se hacen pesados prácticamente en ningún momento, y con los que disfrutará gran parte de aquellos que, haciendo el caso justito y necesario a lo que más de uno viene publicando desde su estreno, acudan a verla en el tiempo que le reste en las carteleras españolas.
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