CRÍTICA DE CINE
PELÍCULA: También la lluvia
DIRECTOR: Icíar Bollaín
REPARTO: Luis Tosar, Gael García Bernal, Juan Carlos Aduviri, Karra Elejalde, Carlos Santos, Raúl Arévalo, Cassandra Ciangherotti
GUIÓN: Paul Laverty
GÉNERO: Drama basado en hechos reales
NACIONALIDAD: Española
DURACIÓN: 108 minutos
CALIFICACIÓN: * * * (Sobre 5)
Esperaba con curiosidad el estreno de También la lluvia, sobre todo después de que, hace algunos meses, se publicara que sería la película que representaría a España en los Oscar de este año, dejando fuera a un gran film como Celda 211 y a una superproducción como Lope. Y lo primero que debo decir es que la Academia del cine español ha acertado de pleno.
Para mí También la lluvia no es Celda 211, eso debo dejarlo claro. Pese a su notable calidad en muchos de sus aspectos, a la película de Icíar Bollaín le falta “algo” para alcanzar el sobresaliente que mereció en su momento la carcelaria historia de Daniel Monzón; pero analizándola minuciosamente no me cabe duda que, a la hora de valorarla, a los americanos les gustará mucho más.
¿Por qué? En primer lugar por la historia en sí: por la “autodesmitificación” de un personaje como Cristóbal Colón combinada con el tratamiento otorgado a un conflicto social, sucedido allende nuestras fronteras, como la “Guerra del Agua” en Bolivia en el año 2000. Un doble plano llevado con bastante lucidez y acierto.
La visión que Bollaín y el guionista Paul Laverty nos dan del descubridor del “Nuevo Mundo”, a través de la película que los personajes de Luis Tosar y Gael García Bernal pretenden rodar en el país andino (se podría hablar entonces de metacine), se aleja de los convencionalismos utilizados en España (conquistador, héroe y casi evangelizador y misionero), para centrarse en su faceta codiciosa, ambicionadora en exceso y tiránica, haciendo hincapié en la leyenda negra que los españoles en el siglo XVI tienen en el continente americano. Y, al mismo tiempo, la lucha en el siglo XXI de las clases más humildes por defender lo suyo. Todo ello llega a calar entre el público, y podría ser que también sucediera lo mismo con los miembros de la Academia de Cine de Hollywood.
Pero no es menos cierto que, pese a los criterios a veces tan particulares de los cinéfilos californianos a la hora de valorar para sus premios una película por encima de otra, nada de lo anteriormente contado serviría si También la lluvia no tuviese siquiera una mínima calidad, algo con lo que cumple, y de sobra. Además de la notable dirección y de la más que aceptable narración de los hechos, sin duda lo más destacado es la elección y el trabajo de los actores, comenzando por un Luis Tosar pletórico en todos los sentidos durante los últimos años -está absolutamente en todas-, y siguiendo por Gael García Bernal, protagonistas ambos (en sus papeles de productor y director respectivamente dentro de la película sobre Colón) de un “mano a mano” en el que salen ganando claramente tanto el cine como el espectador. Un mano a mano de dos magníficos profesionales, todo hay que decirlo, en la piel de dos excelentes personajes.
Y como a Tosar y a García Bernal le dan una excelente réplica los secundarios, se puede decir que a Icíar Bollaín hay que darle un diez por la designación del elenco. Tanto Karra Elejalde -que, tras haberlo visto anteriormente en bazofias del estilo de Año Mariano, me ha sorprendido gratamente- como Carlos Santos -el otrora “Povedilla” de Los hombres de Paco-; el actor indígena Juan Carlos Aduviri, magnífico; y también la joven mexicana Cassandra Ciangherotti colaboran como Dios manda para que el resultado de También la lluvia haya sido, aunque no sobresaliente, sí ciertamente bueno. A ver ahora qué es lo que piensan los académicos de Hollywood.
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