Boston deja a Lakers al borde del precipicio


Quien gana el quinto encuentro de las finales de la NBA cuando éstas van empatadas en el cuarto, gana el anillo. Esta máxima, tan sólo quebrada cuando los Houston Rockets vencieron a los New York Knicks en 1994, está a punto de darle su 17º título a los Boston Celtics.

Los de Massachussets vencieron anoche a Los Ángeles Lakers por 92-86, en el quinto partido del play off final de la NBA (2-3 en total para Boston), y obligan al equipo de Kobe Bryant y Pau Gasol a haber la hombrada de ganarles los dos últimos encuentros en el Staples Center, algo que se ha demostrado que será muy, pero que muy difícil.

Para ello tienen que suceder varias cosas, sobre todo dos. La primera, que Boston pierda dos partidos consecutivos fuera del TD Banknorth Garden, lo que no ha ocurrido en todos los play-offs. Cierto es que Lakers tan sólo ha cedido un choque como local, pero éste ha sido precisamente ante los Celtics.

Y la segunda es que “vuelvan” los que ayer “no estuvieron” por parte de los Lakers. Es decir, todos menos Kobe Bryant. La megaestrella de los angelinos se metió entre pecho y espalda él solito 23 puntos consecutivos entre el segundo y el tercer cuarto, para terminar con un total de 38; pero los demás, nada de nada.

Gasol, horrible pese a sus dobles figuras en puntos y rebotes -12/12-, hizo el peor partido de toda la serie, siendo superado claramente tanto en defensa como en ataque; Odom continúa “missing”; Bynum sólo destacó al principio por su maltrecha rodilla; Artest pierde la cabeza muchas veces al intentar hacer cosas para las que está incapacitado; y Fisher no va a ser siempre el “salvador de la patria” porque tampoco puede. Con el resto, Phil Jackson casi ni cuenta, como bien sabemos.

Los Celtics, mucho más compactos, mucho más agresivos y, sobre todo, con un “fondo de armario” mucho más fiable, sin apabullar a su rival eso sí, controlaron el partido tal y como habrían deseado, y supieron administrar magistralmente la ventaja de 13 puntos lograda en el tercer cuarto a base de todo lo que acabamos de comentar.

Paul Pierce fue el mejor de los célticos con 27 puntos; pero es que Garnett, jugando medio partido, anotó 18; Rajon Rondo otros tantos -más 8 asistencias-; y Ray Allen, 12. Así es mucho más fácil ganar, sobre todo cuando del contrario tan sólo responde uno, por mucho Bryant que se llame.

En resumen, que los Celtics ahora tienen claramente la sartén por el mango. Los Lakers, pese a jugar como locales -sexto partido, el próximo miércoles-, deberán encomendarse a todo lo que se les ocurra para dar la vuelta a una serie que la mayoría pensamos que van a perder. Ah, y, por supuesto, pedir a los “ausentes” de ayer noche que “vuelvan” a las Finales. Si no, en breve éstas pondrán su punto y final.

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