La novena jornada del campeonato nacional de liga en Primera División nos dejó como nota principal el sorprendente empate a 1 del líder, el Barcelona, frente al Osasuna en el Reyno de Navarra.
Sorprendente no por el empate en sí, sino por la forma en que se produjo. El Osasuna, como casi siempre que se enfrenta a los grandes, planteó un perfecto partido de contención, cediéndole la pelota a los de Guardiola, pero impidiéndole llegar con facilidad y claridad al área.
Mediado el segundo tiempo, no obstante, se produjo una jugada que pudo cambiar el signo del encuentro. Un defensor osasunista derribó claramente a Ibrahimovic, cuando el sueco le había robado el balón y se marchaba solo hacia la meta de Ricardo; una acción clara y diáfana de expulsión, pero un árbitro malo, malo donde los haya, el madrileño Rubinos Pérez, ordenó que continuara la jugada para, segundos más tarde, detener el juego porque Ibrahimovic estaba dolorido sobre el césped. Claro está, la prensa madri(dista)leña ni se ha hecho eco, entre otras cosas porque con jugadas como ésta, las teorías de conspiración por parte de “villaratos” y demás se vienen totalmente abajo.El Barça se adelantó en el marcador en el minuto 72 con un gol de Keita fruto de una gran jugada colectiva; pero cuando más fácil lo tenía, cuando pudo haber sentenciado, a falta de 30 segundos para el final Márquez se dejó robar la pelota por Camuñas, y el pase al área del ex jugador del Recreativo lo alojó en su meta Piqué. Una acción verdaderamente de mala suerte con la que los culés perdieron dos puntos.
Con este empate sus principales perseguidores recortan diferencias en la tabla, pese a lo cual los barcelonistas continúan al frente de la clasificación. El Madrid, tras el desastre de Alcorcón, derrotó por 2-0 a un más que timorato Getafe, que se descompuso paradójicamente cuando otro pésimo árbitro, el valenciano Mateu Lahoz, dejó injustamente a los blancos con uno menos, al echar a Albiol a la media hora de juego por derribar a Soldado cuando el delantero del Getafe estaba de espaldas y, además, ni tan siquiera había recibido el balón. Obviamente, sobre esta jugada sí que se han cebado los “peces gordos” de la prensa madri(dista)leña. El caso es que, desde ese mismo momento, el equipo de Míchel se acobardó, y el Madrid aprovechó para lograr una fácil victoria con dos goles de Higuaín en el segundo tiempo, y para ponerse a un punto del Barça. A cuatro está ahora el Sevilla, que según las crónicas no hizo un partido demasiado brillante en Jerez, pero que ganó por 0-2 con tantos de Negredo y Luis Fabiano.
Del resto de la jornada, el encuentro más destacado fue el clásico que también disputaron ayer sábado los “atléticos”. El Athletic le amargó el debut a Quique Flores, venciendo por 1-0 -gol de Javi Martínez- a un Atlético que lanzó dos tiros a los palos en los minutos finales, y que se sitúa tercero por la cola pese a su mejoría.
El Valencia sigue de cerca a los tres primeros, después de su victoria en La Rosaleda por 0-1 frente a un Málaga que se hunde un poquito más, mientras que a los puestos de Champions se acerca el Mallorca (1-0 al Racing) y se aleja el Deportivo (1-1 frente al Sporting). El Villarreal parece que, poco a poco, empieza a carburar después de haber logrado su segunda victoria consecutiva, ésta por 5-0 a costa del Tenerife, mientras que el Zaragoza se deshizo del Almería por 2-1 y el Espanyol, a imagen y semejanza de su poderoso vecino, cedió un empate en el último minuto en casa contra el Valladolid.
En Segunda División, como todos ya sabemos, el partido del Betis frente al Villarreal B quedó aplazado por la gripe A diagnosticada a 15 jugadores de la plantilla verdiblanca. La Federación quiere colocar el partido el próximo día 11, algo que no gusta, como es lógco, en el seno bético, cuyos miembros consideran esa fecha como demasiado tempranera. Habrá que ver, antes que nada, cómo llegan los jugadores al partido de dentro de siete días en Cádiz.
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