Clara Sanchis, mimetizada en Santa Teresa



CRÍTICA TEATRAL

OBRA: LA LENGUA EN PEDAZOS
AUTOR: Juan Mayorga, a partir del Libro de la Vida de Santa Teresa de Jesús
COMPAÑÍA: La Loca de la Casa
REPARTO: Clara Sanchis y Pedro Miguel Martínez
ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO: Alejandro Andújar
DIRECCIÓN: Juan Mayorga
LUGAR: Corral de Comedias de Almagro (Ciudad Real)
DÍA: 14-7-2012
AFORO: Casi lleno
DURACIÓN: Aproximadamente una hora y cuarto
CALIFICACIÓN: * * * * (Sobre 5)

Cuando el argumento de una historia de entrada te interesa más bien poco -aunque respetas la historia del personaje- pero al final terminas prácticamente enganchándote, quiere decir que la elaboración de por sí de la historia es buena. Y si además pones en escena al elenco adecuado, es inevitable que la obra termine siendo todo un éxito.

Eso es lo que me ocurre con La lengua en pedazos. No es que odie a Santa Teresa de Jesús, ni muchísimo menos; la respeto como a la que más y reconozco su importancia dentro de la historia social, literaria y religiosa de España en la Edad Moderna. Pero he de reconocer que la historia de su vida, por mi manera de ser y de pensar, no me interesa demasiado.

Con esta introducción no pretendo sino darle todavía más valor al montaje y al texto compuesto por Juan Mayorga, en el que se nos presenta de manera casi magistral el diálogo entre una Santa Teresa que, perteneciendo al convento de la Encarnación, había decidido abrir la primera de sus fundaciones, el monasterio de San José; y el Inquisidor que, en pleno Renacimiento, debía velar por el cumplimiento de la moral y las buenas costumbres… y también evitar la blasfemia y la evolución de quien se salía de las normas. Todo con la célebre duda de la monja como clímax.

El marco -el ya mítico Corral de Comedias de Almagro-, inmejorable -aunque las sillas podían ser un pelín más cómodas, sólo un poco-; la escenografía, tan minimalista como justa y necesaria -dos sillas y una mesa con alimentos para preparar más un cuchillo, como en la cocina del convento de la Encarnación-; la acústica, perfecta. Sólo el vestuario era inadecuado, especialmente el de una Santa Teresa muy de andar por casa en el siglo XXI. Algo mejorable, aunque asumible.

Pero nada de eso hubiera valido si los intérpretes no hubiesen dado la talla. Y ahí es donde brilla con luz propia una Clara Sanchis cuya brillante actuación no hace sino confirmar su enorme valía y su tremenda versatilidad como actriz. Clara, pese a verse desprovista del hábito -contra su voluntad, según nos confesaría luego-, se mimetiza dentro del alma de Santa Teresa hasta el punto de parecer ella misma.

Claro que un diálogo, como su propio nombre indica, debe estar formado por dos personas. Y ahí es donde un veterano de la escena como Pedro Miguel Martínez -popular para el “gran público” por sus papeles en series como La casa de los líos, La Señora o Aquí no hay quien viva, pero con una dilatada carrera sobre las tablas- le da a Clara Sanchis la perfecta réplica para conformar, junto a ella, una pareja perfecta.

Entre ambos consiguen algo tremendamente difícil como es mantener la calidad interpretativa durante todos y cada uno de los setenta y cinco minutos de los que se compone el montaje. La expresión oral y gestual; el lenguaje tanto verbal como no verbal aparece aquí como auténtica obra de arte gracias a la combinación de la calidad dramatúrgica de Juan Mayorga y a las excelencias de Sanchis y Martínez, capaces entre todos de llevar con sumo éxito una significativa parte de la vida de Santa Teresa hasta a un absoluto profano en la materia como lo es servidor de ustedes.

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  1. #1 by CAS on 17 julio 2012 - 13:53

    ¿Qué quieres que te diga, Vic? Yo no puedo ser objetiva cuando de la Sanchis se trata, ya me conoces. Pero me alegra mucho que a los demás os gustase tanto, y que el público se mantuviese de pie, varios minutos, aplaudiendo. Porque ambos lo merecen.
    La obra es, cuanto menos, RARA (palabra de Clara), pero sí, consiguió lo impensable: captar nuestra atención.
    Yo añadiría, para dar envidia a tus lectores, básicamente, un breve apunte de lo que pasó después…pero…

  2. #2 by Víctor Díaz on 17 julio 2012 - 18:10

    Fue una obra MUY rara; a mí me costó entrar en ella porque de Sta Teresa sabía lo justito, y si comparamos la historia en sí con “La vida es sueño” (por ser la que vimos el día anterior), para mí claramente sale perdiendo “La lengua en pedazos” porque obviamente prefiero a Calderón (y más aún a Lope) que a Sta Teresa.

    Pero para mí ahí reside el valor sobre todo de Clara, pero también de Pedro Miguel Martínez, como actores, y de Juan Mayorga como dramaturgo por haber sido capaces de mantener constantemente pendiente de lo que sucedía a éste -es decir, yo- que no tenía ni repajolera idea sobre una historia, la de la vida de Sta Teresa que, o te la sabes, o hay que leerla entre líneas, con todo lo que ello conlleva.

    Y sí, lo que vino después fue, sin duda, lo mejor de toda la noche… 😉

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