El equipo estadounidense del Columbia-HTC se impuso ayer en la contrarreloj por equipos de 13 kilómetros que se disputó por las calles de Sevilla, y que abrió la Vuelta Ciclista a España 2010; y como quiera que la estrella de los sprints Mark Cavendish fue el primero en cruzar la línea de meta, el británico se convierte en el primer corredor en la historia de la Vuelta en enfundarse “la Roja”, que es como se ha bautizado al nuevo maillot rojo de líder de la clasificación general; en una etapa que ha sido la primera etapa nocturna de la historia del ciclismo, al menos del ciclismo moderno. Un experimento cuanto menos peculiar, y que no ha dado tan mal resultado.
El Columbia, uno de los primeros equipos en salir, marcó a su entrada junto a la Torre del Oro un tiempo de 14 minutos y 6 segundos, que fue imposible de superar para los conjuntos de los máximos favoritos a la victoria. Segundo fue el Liquigas de Nibali a diez segundos, y tercero el Saxo Bank de los Schleck y Cancellara, a doce.
Se esperaba, no obstante, bastante más de esta última escuadra, considerada -con permiso de los americanos- como la gran favorita a la victoria, pero el desarrollo de la crono para ellos fue bastante extraño, ya que llegaron a la meta muy desorganizados y con Cancellara dejando de dar pedales en los últimos metros. Aún así, tan sólo un puñado de segundos les separaron del triunfo.
Del resto, un poco de todo. Muy bien el Cérvelo de Sastre, cuarto a sólo 13 segundos del Columbia pese a no llegar tampoco de forma demasiado organizada; un poco peor Caisse D´Epargne, a 25; mal el Rabobank de Menchov, a 36; y muy mal Astaná, a 41; aunque el caso de los kazajos es mucho menos grave porque, a diferencia del Tour con Alberto Contador, no tienen a nadie para el que trabajar de cara a la general. Aún así, teniendo en cuenta que todas las etapas en línea repartirán bonificaciones, estas diferencias no dejan de ser mínimas.
Sobre lo ambiental, el espectáculo vivido anoche en Sevilla fue ciertamente bonito, con bastante público -al menos en el Paseo Colón, zona de salida y de meta, que era donde estaba un servidor-; y con calor, bastante calor -35º a las diez y 26 a las 12 y media- pero ni mucho menos con la sensación de bochorno que tuvimos en días pasados. La proximidad del Guadalquivir, marco incomparable junto a la Torre del Oro y a la Maestranza (zona de la salida), posiblemente ayudó bastante a ello.
Desde que a las 22:04 se le dio la salida al primer equipo… bueno, mejor dicho; desde que a las 22:04 “le dimos” la salida al primer equipo, el Footon-Servetto, y a la propia Vuelta, hasta que una hora y cuarenta minutos más tarde llegó a la meta el Andalucía-Cajasur el público estuvo animando sin parar, siempre con el tema “Otra oportunidad” -sintonía de la Vuelta 2010, por cortesía del grupo Preciados”- de fondo.
Y, para terminar, pitada general al señor alcalde cuando éste subió al podium a entregar el premio de vencedor al Columbia. En mi opinión, merecida porque su gestión, sobre todo en los últimos años, no ha podido ser más nefasta… y porque, todo hay que decirlo, ha tardado once años -salió elegido por primera vez en 1999- en traer la Vuelta aquí a Sevilla. Una ciudad, la capital de Andalucía, la “capital” del sur de España, que no puede estar otros tres lustros sin recibir a la principal ronda ciclista nacional.
Hoy los corredores partirán en unos minutos desde Alcalá de Guadaíra con dirección hacia Marbella; una etapa de 173 kilómetros en la que Cavendish podría estrenar su “Roja” con una victoria en su especialidad por antonomasia, el sprint. Pero eso ya será otra historia.
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