Hace unas semanas estuve visitando las tierras de Galicia durante unos días, cambiando así un poco de aires y “desintoxicándome” del extremo calor que hacía –y continúa haciendo– por el sur de la Península Ibérica. Y una de las cosas que hice fue dedicar una tarde a ver cómo y dónde trabaja el CLUBE XIMNASIA PONTEVEDRA.
Lo hice sobre todo por tres razones: porque quería ver un entrenamiento de mi estimada amiga Cristina MJ-Calítoe; por ser como soy un aficionado a la gimnasia artística; y porque quería comprobar, motu proprio, todo aquello que Cristina me había venido comentando, sobre todo a lo largo de los últimos meses, acerca de la precariedad con la que ella y sus compañeros de club suelen trabajar día tras día.
Y Cristina no exageraba lo más mínimo. En primer lugar, porque entrenan a cubierto “por caridad cristiana”, ya que lo suelen hacer en el pabellón de un colegio gracias a la enorme amabilidad del director de la susodicha escuela, quien les permite, en un gesto que le honra enormemente, utilizar sus instalaciones con la aquiescencia del Instituto Municipal de Deportes de Pontevedra.
En segundo lugar, porque, repito, alabando la excelente disposición del máximo responsable del ya referido centro educativo, me atrevería a decir sin mucho temor a equivocarme que el pabellón ni mucho menos cumple con los requisitos mínimos deseados para que desarrolle sus entrenamientos un club que suele aportar deportistas a campeonatos regionales, nacionales, europeos y mundiales.
Primero porque, cuando llueve, frecuentemente tienen que esquivar las goteras que suelen caer por los agujeros del techo; por no hablar de cómo se ponía la entrada hasta hace escasamente unos meses con las torrenciales lluvias invernales, un problema por suerte ya solucionado.
Luego, porque el espacio que tienen para guardar los útiles de trabajo es, sencillamente, ridículo –disponen de una pista de tumbling y de unas paralelas asimétricas en otro pabellón en una estancia que más de alguno ha confundido con el almacén–; y, por último, porque ni siquiera gozan de la exclusividad de uso del espacio, el cual deben compartir con peregrinos que se deciden a hacer el Camino de Santiago, ya que el pabellón viene sirviendo desde hace más de un año como albergue provisional.
Por no hablar también de la escasez de material de la que sufren. No disponen de foso de tacos de espuma ni del aparato de salto modelo “Pegaso” -el “bueno”, para que nos entendamos-, y no andan precisamente sobrados de colchonetas ni de materiales para progresiones. Lo más inquietante es que todo el material, incluidas las carísimas camas elásticas, se queda cada noche desprotegido ante la potencial irresponsabilidad o desaprensión de las numerosas personas que pernoctan cada día en las instalaciones.
Estoy hablando de las condiciones de trabajo de un club que, si bien no se puede decir que sea el Barça o el Madrid de la gimnasia artística –esa condición, como en el fútbol, habría que dejársela a los clubes catalanes y madrileños, respectivamente–, sí que aporta regularmente deportistas a los campeonatos del mundo en gimnasia acrobática y en trampolín. Además, el Clube Ximnasia Pontevedra está dirigido por el actual seleccionador nacional de gimnasia acrobática, Pablo Hinojar, quien no ha dejado de entrenar otras disciplinas a pesar de su cargo y ha formado a una vigente campeona gallega de artística –la propia Calítoe.:. en Nivel 3 Mayores– y ha exportado a Madrid a toda una doble campeona nacional en Nivel 3 Pequeñas y en Nivel 5 respectivamente –la primera de ellas compitiendo con el propio Ximnasia Pontevedra–: una gimnasta de futuro como Melania Rodríguez. Y con todo y con eso, siguen ahí dale que te pego, con un amor absoluto por el deporte que practican.
No sé bien a quién le compete esto, si a la Federación Gallega, a la Española, al Ayuntamiento de Pontevedra… sinceramente, de manera oficial no lo sé. Pero a quien corresponda: es absolutamente INADMISIBLE que un club deportivo de élite –pongo por ejemplo al Ximnasia Pontevedra porque es al que he ido a visitar, pero me dicen que cosas así suelen pasar con más de un club de la geografía nacional más allá de Madrid y Cataluña– tenga que trabajar en semejantes condiciones. Algo que, aunque me temo que vaya a ser en vano, tengo que denunciar desde este humilde espacio cibernético.
#1 by Lola on 7 septiembre 2011 - 10:16
Desgraciadamente lo que cuentas en este artículo no es exclusivo del club de Pontevedra. Sólo hace falta darse una vuelta por algunos clubs de la Comunidad de Madrid para darse cuenta de ello. Nuestro pabellón comenzó su andadura hace 23 años mas o menos y el deterioro de sus instalaciones es notable así como la carencia de practicable, tan necesario, para la gimnasia artística. También agrupamos cinco disciplinas gimnasticas, pocos clubs pueden presumir de ello, pero el espacio es bastante reducido para cada modalidad. Las goteras, gracias a que en Madrid no llueve mucho, son incontables y la entrada al pabellón una pista de patinaje cuando llueve. Por no hablar de la calefacción, o el aire fresco en verano……..etc., etc.
En Madrid a excepción de los clubs que pertenecen a algún ayuntamiento “generoso” son las condiciones tan lamentables como las descritas en tu artículo.
Desgraciadamente la gimnasia es un deporte minoritario y mientras no generé dinero, nadie se va a querer hacer cargo de su mantenimiento.
#2 by mercedes on 25 abril 2013 - 10:34
Quiero deciros que como testigo y madre de gimnasta, que todo lo que se dice es cierto, debíamos de movilizarnos para que esto sea conocido por todos; los niños tienen que ir súper abrigados a entrenar pues hace un frío que pela, las faringitis estan a la orden del día, los entrenadores están tb con las cazadoras, bufandas…
Y aunque todos sepamos que los medios van en función de los intereses de la mayoría…no es de recibo que un club de elite, no precisamente por su infrestructura, cuyo entrenador es el seleccionador nacional de gimnasia acrobática, cuyos gimnastas llegan hasta los campeonatos mundiales…no es de recibo que no se le ayude.
Muy cerca de este “pabellón” del ximnasia Pontevedra, tenemos uno, dos, tres campos de fútbol exteriores de hierba sintética (nooo, de tierra nooo) y dentro un pabellón multiusos, en el que tb se hace fútbol sala y otros dxts.
He querido aportar mi granito de arena, que si sirve para algo…
Lo que me extraña, es que este alcalde nuestro, que tanto hace por los eventos deportivos, tanto a nivel nacional como internacional…no se prepara para organizar un nacional de gimnasia y luego un internacional, pues gimnastas tenemos y muchos, sería tb una publicidad muy buena para Pontevedra.
Ahh claro, a lo mejor es que hay que invertir… ah pero cuando hay que hacer recepción con los gimnastas, entonces sí gastamos en prensa radio y tv
En fin, deseo que este comentario sea constructivo.