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C.B. Sevilla: gran temporada, incierto futuro
Posted by Víctor Díaz in Deportes, General on 21 mayo 2012
Ayer se echó el telón de la temporada 2012 para el C.B. Sevilla-Banca Cívica, una campaña que se puede y se debe calificar como muy exitosa en su 25º aniversario gracias a la clasificación para la Copa del Rey -en la que llegó a semifinales- y al séptimo puesto final en la ACB, entrando en los play-offs. En ambas ocasiones ha sido el Real Madrid el equipo que ha puesto fin a su andadura.
Cierto es que por momentos ha dado la sensación de que este equipo ha podido quedar un poco más arriba. Uno no deja de pensar, por ejemplo, en que si se le hubiera ganado al Lagun Aro en casa en la penúltima jornada -que, pese a no haber podido contar con Paul Davis, era algo que se pudo haber logrado con algo más de suerte y acierto, a tenor del 61-65 final-, el quinto lugar de la clasificación habría sido sevillano, se habría asegurado entrar en Europa -ahora, salvo sorpresas de última hora, está imposible- y se habría librado una serie contra el Valencia Basket mucho más asequible que la que le ha tocado vivir frente al campeón de Copa.
Pero más allá de eso, tal y como dijo ayer Joan Plaza en la rueda de prensa, no es el momento de analizar lo sucedido ni en los dos partidos contra el Madrid, ni en el resto de la campaña. Sólo cabe felicitar a todos y cada uno de los componentes del Banca Cívica -jugadores y cuerpo técnico- por la sensacional campaña que han conseguido completar, por mucho que las exigencias que a veces les pedimos a los profesionales cajistas hayan parecido transmitir lo contrario.
A lo largo de estos años, pese a que ha habido fichajes con vitola que no han respondido -Bullock el año pasado, English y Tepic en éste- se ha conseguido formar un muy buen y compactado equipo que, con algunos -y acertados- retoques, podría estar peleando no ya por consolidarse en los play-offs, sino por avanzar un poquito más dentro del escalafón de la ahora llamada Liga Endesa.
Mas hay un problema: la incertidumbre en lo referente al futuro del equipo, sobre todo en el tema del patrocinador. Para la próxima temporada, sólo hay dos cosas seguras en el C.B. Sevilla: la buena, que el club seguirá compitiendo en la máxima categoría del baloncesto español; la mala, que lo hará con una reducción del presupuesto que aún está por decidir, pero que a los que somos más pesimistas -o realistas- nos da la sensación de que va a ser cuantiosa.
Todos los que seguimos más o menos de cerca la actualidad no ya del C.B. Sevilla, sino sobre todo de la economía nacional, conocemos de sobra el tema de la próxima fusión entre La Caixa y Banca Cívica, de la que el “cajismo” -valga este nombre para definir a quienes estamos relacionados de una u otra forma con el club sevillano- está muy pendiente, ya que podría resultar determinante para el futuro inmediato del club.
¿Por qué? Muy sencillo. Hasta ahora el C.B. Sevilla se ha sustentado gracias a un espónsor que, con sus diferentes cambios de nombre -Caja San Fernando, Cajasol y Banca Cívica-, en esencia siempre ha sido el mismo: una entidad bancaria cuyo centro principal de operaciones estaba colocado en Sevilla, y que por tanto buscaba una proyección financiera principalmente dentro de la capital andaluza. Ahora esto va a cambiar, porque dentro del próximo conglomerado –Caixabank– quien va a llevar la voz cantante es la parte de La Caixa que, como sabemos, no tiene la “sede social” precisamente en nuestra ciudad.
Y como el club, desgraciadamente, continúa siendo bastante deficitario -incapaz, por unas u otras razones, de conseguir llenar por completo “San Pablo” en un partido tan de élite como el de ayer; o de meter más espectadores que informadores en los puestos de prensa durante la primera fase de una Eurocup-, mucho nos tememos que la decisión de Caixabank sea pegar un “tijeretazo” que repercutirá en el mantenimiento de la columna vertebral deportiva de este equipo.
Hay miembros muy importantes de este grupo que acaban contrato este año, empezando por Joan Plaza y continuando por la pareja de pívots, Paul Davis y -según me comentan- Juanjo Triguero. Al americano debería ser casi imposible retenerle aunque el presupuesto no descendiera, porque su caché y su rendimiento cuando ha estado sano le deben suponer ofertas muy jugosas de equipos más poderosos. La “vuelta olímpica” del capitán al terminar el partido de ayer también hace pensar que podríamos estar ante la despedida de un hombre silencioso, sin aspavientos, que en las cuatro temporadas que ha permanecido en Sevilla se ha ganado el cariño de todos y, después de la segunda, la confianza de Sergio Scariolo para incluirlo en la lista previa del Mundial 2010, aunque no llegara a formar parte de aquella selección.
Y luego está lo de Plaza, el continuador desde el banquillo del excelente trabajo desempeñado por Pedro Martínez en la segunda mitad de la temporada 08-09. El acumulado total del técnico catalán en el banquillo sevillano tan sólo es superado por lo que hizo Imbroda entre 1998 y 2000: dos veces en los play-offs (2010 y 2012), dos veces en la Copa del Rey (2010-2012), y un subcampeonato europeo, en la Eurocup del pasado año. Las peñas del C.B. Sevilla le pidieron ayer que se quedara, y él les corresponde con el mismo deseo, pero siendo realista.
“Agradezco que la gente me pida que me quede. Pero son otros los que tienen que tomar la decisión; de momento no sé nada“, comentó ayer, en clara alusión a la directiva (y quizás también a la gente de Caixabank). “Estoy bien aquí, tengo desde hace ya varias semanas muchas ideas, y la que para mí sería la plantilla de la próxima temporada. Entre todos hemos generado el embrión de un equipo serio, que ahora compite con casi todo el mundo. No podemos pedirle a este equipo ser campeón de liga o de Copa, pero yo me veo capaz de seguir haciendo crecer a este equipo. Mi familia es feliz en Sevilla, el entorno humano es fantástico, y creo que hay columna vertebral suficiente como para seguir creciendo. Pero yo acabo el día 30 de junio, y de momento nadie me ha dicho nada”, acabó afirmando un Plaza que, como no podía ser de otra forma, también es consciente de lo que ocurre en el seno del club. Así pues, tanto a los profesionales, como a la afición y a los informadores, no nos queda otra que permanecer a la expectativa.
De momento, en lo que a mí respecta, me gustaría finalizar, por tercera temporada consecutiva, agradeciendo a los responsables del departamento de comunicación del C.B. Sevilla, Nacho Delgado y Virginia Simón, el excelente trato que han tenido con quien escribe esto y, por ende, con Diario Siglo XXI. Y también, no podía faltar más, a aquellos que, folio, bolígrafo y ordenador en mano, han estado compartiendo vivencias con un servidor un año más. A Javier Romo, Borja De Diego, Daniel Moya, Juan Manuel Sánchez, Sergio Ávila y a tantos otros, gracias, compañeros; espero veros de nuevo a partir del próximo mes de octubre.
El subcampeonato copero del Caja San Fernando
Posted by Víctor Díaz in Deportes, General, Mi particular memoria deportiva on 17 febrero 2012
MI PARTICULAR MEMORIA DEPORTIVA (34)
Esta tarde, a partir de las 19:00, comienza la andadura del C.D. Baloncesto Sevilla -Banca Cívica por mor del patrocinador- en la Copa del Rey de Baloncesto 2012, que se inició ayer en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Se trata de la décima participación de los sevillanos en el “torneo del K.O.” -no la decimotercera, como afirmaba yo ayer en Diario Siglo XXI, confusión debida a una errata de mi fuente consultada-; y en ella debutarán, en cuartos de final, contra su rival andaluz por antonomasia, el Unicaja. De ganar, su rival en semifinales saldría del posterior duelo entre el Real Madrid y el Mad-Croc Fuenlabrada.
Pero cuando hablamos en Sevilla de baloncesto copero, los buenos aficionados siempre evocamos la edición de 1.999. Aquel año, en el valenciano recinto de la “Fonteta” de San Luis, el por entonces llamado Caja San Fernando escribió sus páginas más brillantes al obtener un subcampeonato histórico, cronológicamente el segundo de los cuatro que ha logrado en competiciones oficiales -dos en ACB, uno en la Copa y otro, el del pasado año, en la Eurocup-.
Era aquel Caja un fenomenal equipo, dirigido por Javier Imbroda y bajo la batuta en cancha de André Turner. El genio de Memphis, acompañado por otros históricos como Richard Scott, Nacho Romero o Mike Smith, y por importantes lugartenientes como Chuck Kornegay, Anderson Schutte, Salva Díez, Jacobo Odriozola o Manel Bosch, lideró a la entidad hispalense no sólo en la Copa, sino también en la liga con otra final jugada, completando la mejor temporada en la historia de los sevillanos.
En Valencia, el camino no fue nada fácil. Para empezar, esperaba en cuartos el anfitrión y actual campeón, el Pamesa. Un encuentro áspero y duro, que acabó ganando el Caja San Fernando por 58-57, con una canasta de Turner a falta de cuatro segundos para el final.
En semifinales esperaba el equipo más poderoso de todo el torneo, por presupuesto y plantilla: el F.C. Barcelona de Aíto García Reneses, con Djordjevic, Dueñas, Nacho Rodríguez, Xavi Fernández, Alston, Esteller, y un par de jóvenes que empezaban a abrirse paso: Pau Gasol -en menor medida, eso sí- y, sobre todo, Juan Carlos Navarro. Pero el Caja hizo un gran partido, ganando por 85-79 y accediendo a la gran final, en la que iría a por todas.
Su rival fue el Baskonia, entonces TAU Cerámica, del actual seleccionador español Sergio Scariolo y Elmer Bennett, que había dado la -relativa- sorpresa un día antes tumbando al Real Madrid. El Caja dominó durante muchos minutos; llegó incluso a adquirir diez puntos de ventaja en la primera mitad; pero en la segunda Turner se dañó el tobillo en un momento crucial, y debió pasar varios minutos en el banquillo. Y como Salva Díez tampoco estaba disponible, el equipo se quedó absolutamente huérfano en la dirección.
Un mate escalofriante y espectacular al 100% de Bennett -base, no lo olvidemos- ante Mike Smith culminó la remontada vitoriana, y a partir de ahí, desgraciadamente, todo fue fácil para el TAU. Anderson Schutte hizo lo que pudo intentando mover al equipo, pero no le sirvió para evitar que el base norteamericano de los baskonistas -que años más tarde jugaría en la capital andaluza- le pasara por encima.
Cuando Turner pudo volver, ya todo estaba cuesta arriba, y el aro se le hizo pequeñísimo a un Caja San Fernando que acabó siendo derrotado por 70-61, pero cuya derrota en el encuentro definitivo no mermó un ápice el tremendo mérito que supuso llegar a su primera -y esperemos que no última- final de una Copa del Rey, el preludio, tal y como dijimos con anterioridad, de otra hazaña similar en la Liga ACB.
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