España, a semifinales de la Davis


La selección española de tenis se clasificó ayer para las semifinales de la Copa Davis al vencer a Alemania por 3-2. Juan Carlos Ferrero, que poco a poco se va recuperando para el tenis de élite, venció en el 5º y decisivo partido a Andreas Beck por un triple 6-4 y dio el triunfo a España, quien en la antesala de una nueva final recibirá a Israel del 18 al 20 de septiembre.

La otra semifinal la disputarán Croacia y Chequia en tierras croatas. Si España vence a Israel, disputaría la final en casa si Chequia derrota a los croatas; o como visitantes si es Croacia la que gana.

Ferrero, a hombros cual torero. Foto: Marca.com

Ferrero, a hombros cual torero. Foto: Marca.com

La eliminatoria ante los alemanes, disputada en la plaza de toros de Puerto Banús, tuvo emoción desde el primer instante hasta el último gracias a las ausencias forzadas de Nadal y Ferrer, y al empeño de Philip Kohlschreiber un jugador que poco a poco va subiendo cada vez más en el escalafón, de mantener vivo a su país. El número 1 alemán venció tanto a Tommy Robredo -con cierta facilidad- como a un Fernando Verdasco que posiblemente acusó el cansancio de haber jugado tres duros partidos en tres días.

El jugador madrileño pudo haber cerrado ayer el choque en el cuarto partido, pero tras igualarle dos sets a Kohlschreiber, el alemán terminó derrotándole en el 5º por 8-6. Afortunadamente, él y Feliciano López habían conseguido para España el punto del partido de dobles un día antes frente a los alemanes Kiefer y Zverev, lo que otorgaba a España una ventaja provisional de 2-1 que se esfumó después del citado cuarto partido.

Y llegó el momento de “Juanqui”, quien en las últimas semanas está recuperando parte del esplendor mostrado entre 2000 y 2003, con grandes actuaciones en los torneos de la temporada de hierba. Ferrero, quien entró como cuarto hombre por la lesión de David Ferrer, fue el as en la manga que se guardó Albert Costa para el último día. El valenciano entró por un desafortunado Tommy Robredo, y recordó por momentos a aquél que, entre otras cosas, le dio a España la primera Davis de su historia en 2000. Ayer su rival no era Lleyton Hewitt, sino un joven e inexperto Andreas Beck, lo que no resta un ápice a la forma tan meritoria y tan sobria con la que Ferrero obtuvo la victoria en tres sets.

Ahora esperamos a los israelíes, último obstáculo para volver a estar, un año después, en la final, y probablemente con Nadal en el equipo. Al jugar como locales, deberíamos ganar con cierta facilidad, pero no hay que confiarse para nada, por si las moscas. Después, eso sí, o a Croacia o a recibir a los checos.

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