A Francisco Romero López, más conocido como «Curro» Romero -el llamado «Faraón de Camas»-, uno de los mejores toreros que dio nuestro país en el siglo XX y bético declarado, no se le ocurrió otra cosa mejor que decir esto ayer, en una tertulia en Canal Sur Radio:

http://www.as.com/futbol/articulo/futbol-curro-pide-aficion-vaya/dasftb/20091103dasdaiftb_43/Tes

Sí, exactamente tal y como lo leéis. Alguien que se jacta de ser bético insta a los socios del club a que no vayan al campo -como hizo él en su momento-, a que dejen vacío el estadio solamente porque está peleado con Lopera. Alguien que está considerado como uno de los mayores y más reconocidos aficionados y simpatizantes del Betis aconseja a los seguidores verdiblancos que abandonen al equipo a su suerte en esta durísima temporada en Segunda División para ver si así Lopera se va, sólo por ser contrario a la gestión del máximo accionista. Sin comentarios.

Tenía otro concepto de usted, maestro; pero declaraciones como la de ayer hacen que usted se descubra, tal y como antes hicieron otros «béticos» ilustres como José Manuel Soto -recuerdo: cabreado con Lopera por no darle el himno del Centenario y que no se cortó en declarar abiertamente en «El Larguero» delante del propio Lopera que si el Betis hubiese desaparecido en el 92 se hubiese regenerado con otro nombre y en otro sitio-, «Poli» Rincón -«bufón» del Madrid en la SER y que se la tiene jurada a Lopera después de que una vez no le dejara entrar gratis al campo-, y el último, el ex presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, quien hace pocas semanas dijo en Diario de Sevilla que es menos bético que antes porque ya no disfruta con el juego del equipo.

Deportiva y empresarialmente, la gestión de Lopera desde que llegó al Betis ha tenido aciertos y errores, ciertamente sonados ambos; pero algo que no se le puede discutir es que, con los años, está consiguiendo, muy a nuestro pesar, desenmascarar a esos «béticos populares/que conoce España entera/y no faltan ni un domingo/al estadio de La Palmera», como dice, paradójicamente, una conocida coplilla bética.

Porque con béticos como esos, para qué queremos sevillistas…