‘Cardcaptor Sakura’: aspectos de sus doblajes en castellano (serie vs películas)



Vamos a hacer hoy una incursión en el mundo de la animación japonesa, del que no soy ningún súper experto pero en el que sí que hay algunas historias que me gustan un montón. Y vamos a tratar alguno de los aspectos de una de las que mayor popularidad ha tenido en España en los últimos veinte años, Cardcaptor Sakura.

O, en nuestro idioma, Sakura, cazadora de cartas; el peculiar manga creado hace 21 años por el grupo femenino CLAMP –continuado recientemente, en 2016-, y adaptado al anime dos años más tarde, con 70 capítulos y dos películasCardcaptor Sakura: la película; y La carta sellada-, una producción un poco menos transgresora que los acontecimientos que se cuentan en el manga.

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Pero no va a ser eso de lo que hablemos en este artículo, sino de algunos aspectos y diferencias de su doblaje en español de España o castellano, comparando un poco el de la serie y el de las películas. Un modesto repaso surgido de una conversación que tuve, hace algunos días, con mi muy querida amiga Irene “Nana” CR, gran aficionada a todo el “universo Sakura” desde hace años.

Cualquiera que haya visto tanto la serie como las películas se da cuenta de que los doblajes son radicalmente diferentes, no sólo en las voces en sí, sino también en la forma de interpretar diferentes momentos de la historia, así como incluso la relación entre algunos personajes. Esto es debido a que la empresa encargada de la distribución en España no fue la misma; y, por tanto, su casting o reparto de actores de doblaje, tampoco.

La distribuidora de la serie en nuestro país fue Arait Multimedia –la misma de otros conocidos animes como, por ejemplo, Marmalade Boy / La familia crece-, con Isabel Gaudí y Jaime Roca -las dos voces principales de un elenco, eso sí, bastante corto de dobladores- en los papeles de Sakura y Kero; mientras que las dos películas corrieron en España a cargo de Jonu Media, grabándose el doblaje en los Estudios Teruel –la primera- y Mix Sound –la segunda-, ambos en Barcelona. Ahí, las voces de Sakura y Kero las pusieron Isabel Valls y Victoria Ramos. Aspecto importante éste para comprender –que no necesariamente compartir ni justificar- las diferencias que vamos a exponer a continuación –y seguramente algunas más que me dejaré en el tintero- y que, personalmente, a mí no me gustaron en absoluto cuando vi por primera vez la primera de las películas.

Sin duda lo que más choca de todo, al menos para mí, es la adaptación en los largometrajes de algunos diálogos y parlamentos, partiendo de la base de que las películas se estrenaron / editaron en España después de la serie –no sólo la segunda, que es el desenlace de la historia, sino también la primera-, y que los espectadores ya estábamos más que acostumbrados a la adaptación realizada por Arait.

Puede que la traducción de Jonu Media sea más fiel a la de los originales en japonés que la de Arait; yo no digo ni que sí ni que no porque ni sé japonés ni me han puesto delante una traducción lo suficientemente fidedigna al original como para comprobarlo. Pero ya que lo que triunfó en España fue la serie pienso yo que a Jonu Media no le costaba demasiado, con sus propios actores, haber respetado la pauta seguida por Arait a la hora de adaptar los diálogos.

Por ejemplo, cuando Sakura apela al conjuro para convertir la llave del libro de las cartas de Clow en el bastón mágico. Todos los espectadores españoles tenemos en mente el ya clásico “Oh, llave que ocultas los poderes de las tinieblas / de mi estrella: revélame la naturaleza de tu verdadero poder. Te lo ordeno por el rango que me ha sido otorgado. ¡Libéralo, ahora!”, pronunciado por la voz de Isabel Gaudí. Pues bien, Jonu Media, con la voz de Isabel Valls, lo adapta de forma bastante diferente; ni mejor, ni peor, simplemente distinta; lo que hace que a los oídos pueda sonar ciertamente extraño.

Como también el hecho de que, en la película, se llame a la gran mayoría de las cartas por su nombre en inglés, y no en español; aunque ahí Arait, en la serie, “patina” un poco al llamar a dos cartas exactamente de la misma forma: “Sueño”, sin diferenciar entre sueño de dormir (“Sleep”) y sueño de soñar (“The Dream”). Fallo asumible y sin mucha importancia, pero fallo al fin y al cabo.

Y, en mi opinión, el aspecto más divergente de todos no es otro que el doblaje del personaje de Kero, la forma adoptada de la bestia guardiana Kerberos –nombre a imagen y semejanza del can Cerbero, guardián del inframundo en la mitología griega- o Keroberos. No ya sólo por el matiz excesivamente agudo que le da Victoria Ramos en la película –muy chillón y de pito para mi gusto-, sino por ese toque distintivo en su acento que se le echa en falta, y que el doblaje de Jaime Roca para Arait supo apreciar mucho mejor.

Me explico: en la versión original Kero habla en japonés de Osaka –se dice que porque el libro de las cartas de Clow estuvo allí durante mucho tiempo-, un dialecto caracterizado quizás no tanto por su acento pero sí por su discurso y su jerga, ciertamente fácil de distinguir y, por tanto, bastante diferente al japonés estándar. En español, Arait decidió que Jaime Roca, para seguir con ese matiz diferenciador, le diera a Kero en la serie un acento eminentemente mexicano –como bien pudo haber sido andaluz, catalán, gallego…-; algo que no se da en las películas, donde Kero habla con el mismo acento que el resto de los personajes.

Además, en la primera de estas dos Kero habla de su antiguo amo Clow Reed –el creador de las cartas- con un excesivo distanciamiento y escasa familiaridad, como si casi ni lo conociera; cuando en la serie no dejaba de alabarlo ni venerarlo –“el amo Clow hacía esto”, “el amo Clow hacía lo otro”… “el amo Clow era el mago más poderoso del mundo”, “qué bueno era conmigo el amo Clow”…-.

No sé si fue cosa del guión original japonés; si Jonu Media lo hizo por desconocimiento absoluto del devenir de la historia y de la vinculación de los personajes con Clow; si decidieron adaptar así los diálogos para atraer también al público no seguidor de la serie; o por un hipotético problema de derechos de algún tipo: el caso es que si el doblaje de las películas es, para mi gusto, ciertamente deficiente lo es en gran parte por la aberración –lo siento, pero es así- que hacen con Kero.

Por no mencionar, dejando ya a Kero a un lado, lo extrañamente raro que suena, y más a un seguidor de la serie, oír a Sakura hablar durante un momento determinado de la primera película, en palabras textuales, de “el señor Clow Reed”, en vez de “el amo Clow” –como en el doblaje de Arait- o Clow Reed, a secas.

Aunque esto último, pese a que la adaptación del mismo tampoco me gusta ni me convence en absoluto según nuestro idioma, sí que tiene una explicación clara, relacionada con las fórmulas de tratamiento que todo el mundo suele usar en Japón, y que hacen que los japoneses añadan a cualquier nombre un determinado sufijo, relacionado con su edad o su condición: “san” para los adultos –hombres y mujeres-; “kun” para los adolescentes masculinos; o “chan” para las chicas y niños pequeños, hablando a vuelapluma. Algo que, por ejemplo, sí que respeta la traducción del manga en Latinoamérica. Así, “el señor Clow Reed” vendría a ser la traducción literal de “Clow Reed san”.

Ya que estamos no me parece lógico, mirándolo bien, que obrasen de ese modo únicamente en ese pasaje del largometraje; pero bueno, al menos esa frase tiene una explicación coherente dentro de un doblaje, el de Jonu Media con las películas de Sakura que, si bien a nivel técnico seguramente no esté tan mal, por todas las connotaciones y aspectos que expongo en este artículo no puedo por menos que considerarlo como un trabajo bastante decepcionante.

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