De “dioses” a “demonios”: Internet y el periodismo deportivo actual.



“Los robots pueden ser buenos o malos dependiendo de quien los maneje. Con Mazinger te puedes convertir en un dios o en un demonio”.

Valga esta cita que hace ya bastantes años se me quedó en mi por entonces jovencísima mente gracias a la mítica serie MAZINGER Z para expresar lo que puede significar para casi todos los órdenes de la vida en el siglo XXI una herramienta tan poderosa como lo es INTERNET, así como también mi preocupación por el uso tan nefasto que últimamente se le está dando desde el mundillo con el que, de una forma o de otra, siempre me he sentido identificado: el del PERIODISMO.

Últimamente noto con tristeza -y con una buena dosis de indignación- cómo los medios de comunicación, especialmente las secciones deportivas de los mismos, confunden el tocino con la velocidad, y pasan de la inmediatez con la que pueden hacer llegar la información a través de la red de redes, a una lucha casi obsesiva por ser el primero en dar tal o cual noticia sin preocuparse ni siquiera en contrastar la información o en pararse a ver si lo que les ha llegado antes que a cualquier otro está confirmado o no un rato antes de hacerse público.

Para ilustrar lo que estoy exponiendo, dos ejemplos surgidos en menos de 48 horas en las ediciones digitales de dos periódicos sustancialmente diferentes. De un lado, el diario Marca (nacional y deportivo) con el tema de la foto trucada de Modric que les “coló” el pasado miércoles un seguidor de Twitter; y de otro, el presunto “no” del Cajasol a la Eurocup 2012-2013 adelantado ayer por Diario de Sevilla (local y generalista) apenas una hora antes de que se diera el “sí” en la rueda de prensa oficial.

En ambos casos se han incumplido los dos primeros mandamientos de esta bendita profesión, tan denostada en los últimos tiempos por diversas razones: contrastar la noticia y comprobar la veracidad de la misma por un lado; y citar las fuentes, por el otro. Para mí, sintiéndolo mucho porque no dejan de ser compañeros, en Marca directamente quisieron pasarse de listos y atribuirse la -retocada- imagen del deseado fichaje del Madrid, para así llevarse toda la gloria de la “primicia”. El resultado ya lo sabemos todos.

Y en lo del Cajasol, como así insinúan -de forma ciertamente escueta, eso sí- algunos de los profesionales de Diario de Sevilla, es posible que el club estuviera pensando de verdad a lo largo de la mañana rechazar la correspondiente invitación de la ULEB -eso lo sabrán el presidente Juan Carlos Ollero, Leo Chaves y compañía-, y así se lo filtrara al periódico, que hay que contemplar todas las posibilidades. Pero si así fuera, estando programada escasamente para una hora después la comparecencia de la directiva ante los medios de prensa, ¿qué costaba esperar a la confirmación oficial, sabiendo que el último pétalo de una margarita puede querer decir cualquier cosa? ¿Tanto es el valor de una “primicia” sabiendo que, por difícil que parezca, existe la posibilidad de que la realidad te la eche totalmente abajo?

No pretendo con ello ni crucificar ni que se crucifique a ninguno de los dos diarios: todos somos humanos y podemos cometer errores, por graves que sean. Sólo quiero hacer ver cómo, contando con los mejores medios posibles a nuestro alcance para hacer llegar la máxima cantidad de información al instante, hay quienes -cada vez más- que, con sus errores y con su afán de protagonismo y de “heroísmo” periodístico, están ayudando sobremanera con su deficiente uso de Internet a convertir al periodista en un “demonio” mucho más que en un “dios”. O lo que es lo mismo, a socavar cada vez más la credibilidad de una profesión lo suficientemente dañada ya por las tertulias tipo “Sálvame” que, casi todas las noches, se emiten en las diferentes emisoras de televisión.

Por favor, entre todos aprendamos de los errores de una maldita vez.

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  1. #1 by Teresa Sendín on 25 agosto 2012 - 20:25

    Cuanta razón!!! Si se pararan todos un poquito en verificar las “informaciones” que les llegan nos iría mucho mejor a todos y sobre todo a ellos que crecerían en credibilidad y popularidad entre la gente viendo como sus ingresos aumentarían.

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