Hoy es una efeméride muy especial para una serie clásica donde las haya de la animación en España. El 9 de octubre de 1982 -hace justo 30 años– TVE emitía el primer capítulo de D´ARTACAN Y LOS TRES MOSQUEPERROS, la tercera serie producida y realizada por la BRB Internacional -junto a la Nippon Animation, de Japón- después de Ruy, el pequeño Cid (1980) y de Fútbol en acción (1981).
D´Artacan constituyó posiblemente el primer gran éxito mundial de la BRB, siendo la predecesora de otras como La vuelta al mundo de Willy Fog o David el Gnomo. La adaptación para niños -y, en el fondo, también no tan niños, con perros -y otros animales- antropomorfos y en 26 episodios- de la conocida novela de Alejandro Dumas Los Tres Mosqueteros, ha triunfado en lugares tan diferentes como Reino Unido, Alemania, Italia, Portugal, Japón y Estados Unidos -de un total de más de cien países-, donde ha recibido distintos galardones, como la Medalla de bronce en el Festival de Cine y Televisión de Nueva York o el Premio TP a la serie infantil más popular.
No me voy a extender mucho más, porque entiendo que todo el mundo conoce de sobra a los entrañables D´Artacan, Pontos, Dogos, Amis, Juliet, el Señor de Treville, Planchet, Pom -el ratoncito amigo de nuestro protagonista-, Rofty -el peculiar caballo de D´Artacan- e incluso los malvados Cardenal Richelieu, Conde de Rochefort, Milady o el estúpido e ineficaz Widimer.
Sólo voy a comentar que, desde el principio, D´Artacan y los Tres Mosqueperros se constituyó, por diversas razones, en mi serie favorita de todas las de la BRB Internacional; y hoy en día sigue siendo una de aquellas con las que yo, con sumo gusto, procedo a “quitarme” una buena cantidad de años recordando un producto de la calidad que escasea alarmantemente hoy en día -empezando por la propia BRB-, y del que pueden disfrutar absolutamente todos los públicos.
La mítica cabecera de la serie, interpretada por el dúo Popitos, todavía hoy sigue resonando en nuestras mentes, las de los que nacimos en los ochenta o poco antes, como uno de los “himnos” por excelencia de nuestra infancia.
Por no hablar del excelente elenco de voces que se “mimetizaron” en los personajes, y que contribuyeron a hacer de la serie si no la mejor sí al menos una de las dos o tres mejores de todos los tiempos: Eduardo Jover (D´Artacan), Gloria Cámara (Juliet), José Luis Gil (Amis), Manuel Peiró (Dogos), Jesús Nieto (Pontos), Claudio Rodríguez (Señor de Treville), José Moratalla (Pom), Rafael de Penagos (Cardenal Richelieu), Víctor Agramunt (Conde de Rochefort), José Martínez Blanco (Widimer), Ana Ángeles García (Milady), Daniel Dicenta (Planchet), Javier Dotú (Rey Luis XIII), María Luisa Rubio (Reina Ana de Austria) o Juan Lombardero (Duque de Buckingham).
El éxito fue tal que once años más tarde la BRB Internacional decidió sacar una secuela, El Retorno de D´Artacan (basada en la novela El vizconde de Bragelonne, la última de la “Trilogía de los Mosqueteros”), pero sin ni siquiera la mitad de calidad y carisma que su serie matriz.
Desde esta modesta página sólo puedo desear a D´Artacan lo que, sin duda, continuará teniendo: larga vida, y que cumpla los cincuenta con la misma salud y vigor con la que ha llegado a los treinta.
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