Roger Federer ha cerrado con una notable sonrisa el que, en líneas generales, no ha sido uno de los mejores años de su carrera. Un solo Grand Slam (Open de Australia) como único título importante era muy poco bagaje para el que para muchos es el mejor tenista de la historia.
Sin embargo en la tarde de ayer se sacó parte de la espina que se le ha atravesado en este 2010 en el que no sólo Rafa Nadal, sino que en ocasiones también Djokovic y Murray se le han subido a las barbas. Federer ha ganado en el pabellón O2 de Londres la Masters Cup (el Masters de toda la vida) por quinta vez en su vida, al haber completado un torneo impecable en el que ni siquiera Rafa Nadal ha podido con él.
El suizo, a diferencia de otros momentos del año, llegó al Masters muy fino y fresco a diferencia de sus otros rivales; y cuando eso ocurre sobre pista “indoor” es poco menos que imparable. Federer ha ganado habiendo cedido tan sólo un set, el que le ha “robado” Rafa Nadal en el partido decisivo (6-3, 3-6, 6-1).
Nadal, por su parte, además de no haber estado tan acertado como el suizo, ha terminado acusando un poco la sobresaturación de partidos a la que se somete un triple ganador de Grands Slams, además de la enorme batalla de la semifinal ante Murray.
El manacorí no ha podido con un Federer pletórico, sobre todo durante el primer y el tercer set. En la manga inicial el equilibrio (siempre con la sensación de superioridad por parte de Federer) se mantuvo hasta el octavo juego, en el que Roger le rompió el saque a Rafa. Un “break” decisivo que el ex número 1 mundial se encargó de refrendar con su saque para adjudicarse el set (6-3).
En el segundo Federer bajó un puntín su juego y Nadal subió el suyo, lo que le valió para ganarle el saque a su rival en el cuarto juego y mantenerlo hasta el final (3-6), ofreciendo pinceladas del tenis espectacular que le ha llevado a encabezar la clasificación mundial a final de año por segunda vez.
Pero en el tercero y definitivo físicamente se vino abajo. Federer lo aprovechó para colocarse desde el cuarto juego con una ventaja definitiva, ya que Nadal no volvió a ganar ni un juego más. El tenista de Basilea lo aprovechó para volver a colocar bellos golpes ganadores sobre la pista, y ganar el Masters por vez primera desde 2007.
Rafa no pudo ponerle la guinda a su completísimo palmarés (cuatro Grands Slams, récord de Masters 1000, el oro olímpico, la Copa Davis…), pero con su mejor resultado en el Masters nos hace pensar que tendrá, en el futuro, más ocasiones de ganar por vez primera el llamado Torneo de Maestros.
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