El Betis, más líder (3-1)


El Betis se ha repuesto bien de su último pinchazo ante el filial del F.C. Barcelona. Los verdiblancos, sin demasiadas florituras, han ganado esta tarde al Córdoba por 3-1 y amplían su distancia sobre el tercer clasificado hasta los seis puntos, tras el empate del Celta en Girona.

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Había expectación por ver la visita al Villamarín de los vecinos de la ciudad califal. Pese a estar en los puestos bajos de la tabla, la mala imagen del Betis en el segundo tiempo de Soria y la pájara final del pasado miércoles hacían concebir esperanzas al Córdoba de sacar algo positivo si lograban aguantar durante el primer tiempo.

Pero lo cierto es que el Betis en la primera parte ejerció de líder con la presión asfixiante que tan buenos resultados le ha dado este año, y con la eficacia arriba de la mayor parte de sus encuentros. Hoy los de Mel no han creado tantas ocasiones como contra el Barça Atlético porque el Córdoba no ha salido a jugar de forma tan alegre, pero las que han llegado las han metido.

A ello ayudó la entrada en el minuto 22 de Jorge Molina por el lesionado Miguel Lopes. El lateral portugués se resintió de su lesión y puede haberse roto de nuevo; ojalá que no porque su baja es ciertamente sensible.

Con el famoso “tridente” sobre el campo (Molina-Emana y Rubén Castro) esta vez sí creó el Betis las suficientes llegadas a puerta como para poner en jaque a la numantina defensa del equipo de Lucas Alcaraz. En tres minutos, los que van del 30 al 33, los béticos dieron los dos zarpazos que propiciaron que se retiraran al descanso con una clara ventaja de 2-0.

Primero Jorge Molina recibió dentro del área un buen pase de Salva Sevilla y, con algo de fortuna en su control, batió a Raúl Navas con la frialdad propia del que ostenta el título de máximo goleador de la pasada campaña. Sexto gol del alcoyano en la actual temporada. Y tres minutos más tarde, un centro-chut de Iriney desde la derecha se coló, más o menos a lo Goicoechea en el Mundial 1994, por la escuadra del portero cordobesista.

En la segunda parte el Córdoba tuvo que cambiar de portero puesto que Raúl Navas se lesionó -y puede que de gravedad- tras un involuntario pisotón en su rodilla de Jorge Molina. Los 3-4 minutos que estuvo el partido detenido parecieron sentarle mal al Betis, puesto que justo tras reanudarse el juego, después de un córner a favor el equipo bético perdió el balón y el Córdoba montó una contra letal que finalizó con el gol de cabeza de Jonathan Sesma, a centro de Oriol Riera.

El gol enfrió los ánimos de la grada que, temerosa, pensó momentáneamente que la historia del pasado miércoles podría repetirse. Más aún cuando el medio campo del Betis comenzó a dar ciertos síntomas de cansancio, algo lógico teniendo en cuenta que tanto Iriney como Beñat estaban “tocados”.

Pero esta vez el Betis tuvo, en la definición, la fortuna y el acierto de los que carecieron frente al filial azulgrana. A los 72 minutos un centro desde la izquierda de Salva Sevilla fue rematado a gol, quién si no, por Rubén Castro, aunque el delantero canario contó con la colaboración involuntaria de Alberto, el sustituto de Navas, ya que el balón de Rubén, tras dar en el larguero, golpeó en la espalda del meta del Córdoba antes de entrar.

El 3-1 le dio una cierta tranquilidad ya al Betis, y Pepe Mel se pudo permitir el lujo de reservar en los últimos minutos tanto a Iriney como a Emana. No es para menos; el próximo sábado espera una nueva batalla en Tenerife y, dado que Beñat será baja por acumulación de amonestaciones, el resto de hombres debe estar lo más descansado posible.

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