Cuatro años desde la conquista del Sol Naciente


MI PARTICULAR MEMORIA DEPORTIVA (13)

El Campeonato del Mundo de baloncesto -también conocido como Mundobasket- de 2010 llegó ayer a la conclusión en lo que a su primera fase se refiere. Después de dejar múltiples dudas, la selección española ha terminado segunda de su grupo tras una doble carambola, y además de enfrentarse a Grecia en octavos -a la que “hay que ganar”- tiene el camino libre de Estados Unidos hasta la final. Pero en este post no voy a hablar precisamente de esto.

Hoy hace exactamente cuatro años que España, la recién bautizada por entonces “ÑBA”, consiguió el mayor logro del baloncesto español en toda su historia, el Mundial celebrado en Japón, y empezó a marcar una época que, sobre todo en Europa, todavía dura en la actualidad.

“>

España llegó al país del Sol Naciente en 2006 después de las decepciones -que no fracasos- de los JJOO de Atenas 2004 y del Europeo de Serbia 2005. Allí, aunque se estuvo cerca, no se consiguieron medallas, y el presidente de la Federación, José Luis Sáez, decidió dar un golpe de timón contratanto a José Vicente “Pepu” Hernández.

Con el ex entrenador del Estudiantes -cuya filosofía era tan simple como rotunda, “BA-LON-CES-TO”– y con un grupo de jugadores fresco y cada vez más consolidado, la selección se presentó en el campeonato siendo una de las favoritas para conseguir una medalla. Pau Gasol, tras su descanso el año anterior, volvía a ser el estandarte de este equipo, y junto a él formaron la lista Rudy Fernández, Cabezas, Calderón, Felipe Reyes, Carlos Jiménez, Sergio Rodríguez, Berni Rodríguez, Marc Gasol -revelación del campeonato-, Álex Mumbrú y un Jorge Garbajosa que acababa de llegar a la NBA procedente del Unicaja -con el que se había proclamado ese mismo año campeón de la liga ACB- y que pasaba por el mejor momento de su carrera.

Y apenas quince días después este sensacional equipo se colgó la medalla de oro tras apalizar en la final (70-47), sin Pau Gasol en cancha, a una Grecia campeona de Europa que venía de cargarse ni más ni menos que a los Estados Unidos.

La lesión del, por entonces, jugador de los Memphis Grizzlies (MVP del torneo), producida en el tramo final de la emocionantísima semifinal contra la campeona olímpica, Argentina -gracias, aro, por “escupir” el tiro final de Nocioni-, le otorgó a los helenos, pero a la hora de la verdad sus compañeros se conjuraron para suplir su ausencia y a fe que lo consiguieron.

La selección le dio una soberana paliza desde el principio a un equipo que contaba en sus filas, entre otros, con “un tal” Papaloukas, “un tal” Diamantidis, “un tal” Spanoulis, “un tal” Fotsis o “un tal” Schorchianitis, que con su corpulencia se había “comido” en la semifinal a los pívots de Estados Unidos, pero que en la final fue frenado perfectamente por un jovencísimo Marc Gasol.

Una actuación en conjunto soberbia, cimentada, como durante todo el Mundobasket, en la enorme intensidad defensiva. Una defensa que nos llevó a ganar por más de diez puntos todos los encuentros, salvo el de semifinales ante Argentina, que fue la gran batalla del torneo.

“>

Nueva Zelanda, Panamá, Alemania, Angola, Japón (primera fase), Serbia-Montenegro (octavos) y Lituania (cuartos) probaron la “receta” de Pepu, una receta que tuvo su mejor aplicación en el partido final, en el que nos hizo entrar en la historia. En definitiva, en el que nos convertimos en campeones del mundo de baloncesto por primera vez.

¿Seremos capaces de repetir este año? Será complicado, porque a las ausencias de Pau Gasol y de Calderón se unen las malas sensaciones de la primera fase y el hecho de que Estados Unidos parece ir de verdad en serio. El tiempo lo dirá. De momento mañana, como hace justamente hoy cuatro años en Saitama, debemos deshacernos de los griegos.

, ,

  1. No comments yet.
(will not be published)