Entrevista: Calítoe.:. o la gimnasia por verdadero amor al arte


Hoy tengo el honor de acoger en mi blog a una persona especial y peculiar; alguien a quien lo primero que se le pasó por la cabeza fue dedicarse a salvar vidas, pero que terminó encaminándose hacia el apasionante –y ciertamente friki en muchos casos, todo hay que decirlo- mundo de la filología y de las letras en general. Todo ello mientras también intenta salvar los avatares de la vida, desde hace ya varios años, a base de mortales –hacia atrás y hacia delante-, flic-flacs y piruetas; es decir, practicando por verdadera afición más allá de la treintena la gimnasia artística, en un caso nada habitual dentro de este deporte. Me refiero, naturalmente, a mi querida amiga Cristina MJ, más conocida en el mundo cibernético por Calítoe.:. , que en griego viene a significar aproximadamente “vida bella”.

Buenos días, Cristina.

Buenos días tenga usted, don Víctor, aunque aquí aún es de noche. Esto del cambio de hora…

Cristina-Calítoe.:. en la barra de equilibrios. Foto: Teco (Pablo Salto-Weis)

Cristina-Calítoe.:. en la barra de equilibrios. Foto: Teco (Pablo Salto-Weis)

En primer lugar debo decir que esta entrevista estaba prevista en principio para finales del mes de julio, cuando servidor de ustedes iba a brindarle a nuestra protagonista una visita por sus tierras gallegas, pero durante aquellos días, como buena aficionada al “Súper Dépor” de Arsenio Iglesias que fue, me obsequió con unos regates al estilo del gran Bebeto, y no se pudo hacer. Con un ordenador de por medio no tiene tanta gracia como cara a cara, pero de todos modos también está bien.

Andaba liada y me escaqueé también como Bebeto a la hora de lanzar ese fatídico penalti de 1994. Quizás no tenga tanta gracia lo de la entrevista a distancia, pero a mí me viene mejor para meditar las respuestas y así decir las tonterías con fundamento.

Es broma… tanto tú como yo sabemos perfectamente que estabas atenazada bajo el yugo de tus responsabilidades laborales. Pero lo de fan del Dépor de Arsenio es cierto; algo en principio sorprendente siendo pontevedresa.

Cómo se nota que no eres de por aquí, Víctor. Con tal de fastidiar a los de Vigo, una pontevedresa de siempre hace cualquier cosa. Pero no, en serio, cuando me gustaba el fútbol (ahora, como le pasa a medio mundo empiezo a estar algo hartita y sólo sigo a la selección) también seguía al Celta, pero los del Dépor jugaban mejor y para mí tenían “más personalidad”. En cualquier caso, aunque gane, aunque pierda, el mejor es el Pontevedra.

Aquí en Sevilla diríamos más bien que, “manque” gane o “manque” pierda, viva “er Beti”. En fin, sigamos. Campeonato de España de gimnasia artística femenina. En tu categoría, nivel 2 +12 se observa una serie de niñas de 11-12 años y, junto a ellas, una jovencita de 30 llamada Cristina. Supongo que te debías sentir más o menos como la “Superabuela” de la competición, ¿no? ¿Recuerdas aquella entrañable serie de los 80?

¡Sí, me encantaba esa serie! Yo quería ser como ella de mayor. Lo cierto es que aunque en el Campeonato de España me tocó estar en el mismo grupo que las más pequeñas de mi categoría, no me sentía ninguna abusona, más bien todo lo contrario, no eran mucho más pequeñas que yo en tamaño y pronto entablamos conversación en los entrenamientos oficiales. Supongo que, como me suele pasar, no se dieron cuenta de la edad que tenía realmente hasta que lo comenté, y entonces les chocó un poco (a sus entrenadoras también) y sí me sentí Superabuela, pero eso, súper.

Cristina junto a un servidor, en Pontevedra.

Cristina junto a un servidor, en Pontevedra.

Sin embargo en la élite ese honor le corresponde a una extraordinaria gimnasta, Oksana Chusovitina.

Ella fue una de las razones por las que volví a la gimnasia, en serio. Yo empecé a aficionarme “de corazón” a la gimnasia artística en el año 1990, y precisamente en ese año pude ver a Chusovitina por la tele en unos campeonatos júnior que se celebraron en España. Luego la vi en Indianápolis en el 91 (siempre por la tele, claro) y luego en Barcelona. Se retiró al mismo tiempo que algunas compañeras de su época, pero luego volvió, y en qué forma, admirable. Además por ayudar a su hijo. En cierto modo pensé “si ella puede, yo puedo”, salvando las distancias, claro. La admiro mucho, le he hecho un “listado de fans” en la Red y todo: http://oksana.diletante.net y hasta me he dejado entrevistar por la televisión uzbeka en su honor.

Por edad, eres más o menos de la quinta de grandes campeonas como Tatiana Gutsu, Lilia Podkopayeva (a la que creo que tienes un enorme “aprecio”) o Svetlana Khorkina, pero tú siempre te has declarado principalmente admiradora, por encima de todas, de Svetlana Boguinskaia.

Por edad soy de la quinta de Podpokayeva, pero a Khorkina sólo le llevo dos meses. Tatiana Gutsu y Svetlana Boguinskaia son algo mayores que yo. Es que Boguinskaia era “la gimnasta”, precedió a todas las que has mencionado y me atrevo a decir que Podpokayeva y, sobre todo, Khorkina, la más mediática últimamente, empezaron imitando su estilo, cosa que aunque denota cierta falta de originalidad, también muy buen gusto. Tenía cuerpo “de mujer” ya desde jovencita y aún así era muy buena. Yo no tengo ese tipo, pero da ánimos que ella consiguiese ser buena sin tener el cuerpo habitual de gimnasta en su época. Otra razón por la que me encanta Boguinskaia es que también retornó a la gimnasia con bastante éxito: fue subcampeona de Europa en 1996 y finalista olímpica el mismo año después de dos años retirada de la gimnasia. Tatiana Gutsu lo intentó pero no le fue tan bien. Y oh, ¡qué coreografías las de Boginskaia (bueno, las de sus coreógrafos)! Me encanta su versión del Bolero de Ravel y también su ejercicio de Indianápolis en 1991. ¡Hasta era capaz de hacer que la música de canciones de Rafaella Carrà resultase glamourosa!

Este año has estado poco menos que imparable: tres medallas en tu categoría en los campeonatos gallegos (asimétricas, barra de equilibrios y en la general), participante por primera vez en un Campeonato de España… fíjate que cuando me dijiste que ibas al Memorial Joaquín Blume pensé que ibas a competir.

¡Qué más quisiera yo! No tengo tanto nivel. Además, ahora estoy en plena transición del nivel 2 al 3 y aún no tengo todos los ejercicios montados. En algunos aparatos estoy aprendiendo nuevos elementos y me temo que no tendré nada decente hasta bien entrado el próximo año. De todos modos siempre puedo recurrir a mis ejercicios del nivel 2 por si hay alguna gala o torneo amistoso antes de que empiecen las competiciones oficiales.

Pero tengo entendido que la práctica de la gimnasia no fue ni mucho menos para ti una vocación desde pequeñita, lo que tiene mucho más mérito aún. ¿Cómo se te ocurrió subirte a la barra de equilibrios a la edad a la que muchas se bajan de ella?

Cristina y Pablo Hinojar, su entrenador, en los nacionales. Foto: P. Saloga.Mmmm… En cierta manera sí que fue una vocación desde pequeña. Yo era muy saltimbanqui, una niña tranquila que no se metía en líos pero sí muchas tortas por hacer bailes arriesgados. Me encantaba que me eligieran de “prima ballerina” en las funciones del colegio y cosas así, pero con riesgo. Yo era una bailarina que se subía a los árboles. En mi tierna infancia lo que estaba de moda en España era la gimnasia rítmica, sobre todo en Galicia por Marta Bobo, así que Mari, la asistenta de mi abuela que me cuidaba de pequeña, me hizo un aparato de cinta de gimnasia rítmica. A los 7 años hice un año de ballet y llegué a tener varios aparatos de gimnasia rítmica para jugar, pero con los juegos malabares soy muy mala y me acabé sintiendo muy torpona. Entonces descubrí que la gimnasia rítmica y la gimnasia artística eran deportes diferentes y me di cuenta de que eso era “más para mí”. Hacia el año 1988 empecé a imitar lo que veía por la tele de gimnasia artística (llegué a hacerme un esguince de cuello saltando en la cama de mis padres), y a partir de 1990 me lo tomé de verdad muy en serio. A veces jugaba con mi hermana y otros colegas a los “Juegos Olímpicos”, y por supuesto había una parte de gimnasia que siempre ganaba yo por decisión propia y ajena (aunque mi hermana no era mala para la gimnasia), pero en Pontevedra no había club. Lo fundaría un año después Paco Sáez, pero a mi madre no le hacía mucha gracia lo de la gimnasia, así que yo me entrenaba a escondidas con la ayuda de la ahijada de mis padres, que sí estaba en el club. Cuando al final conseguí permiso para apuntarme en el Club Treboada, el único club de gimnasia artística que había entonces en Pontevedra, yo tenía ya 14 años. Recuerdo que me mandaron con los niños de 6-8 años el primer día, pero yo quería demostrar lo que sabía, y unas semanas después, al final del entrenamiento, subí al recinto donde estaba la pequeña pista acrobática que teníamos y empecé a hacer mis monerías. Algunos de los chicos del club (entre los que se encontraba mi actual entrenador, Pablo Hinojar) me vieron y se lo dijeron a los entrenadores, que me hicieron pasar por varios aparatos y, aunque de salto no tenía ni idea y la barra de equilibrios estaba bastante más alta de lo que imaginaba, ese mismo día pasé a formar parte del club y a estar en un equipo.

Qué bien, ¿no?

Luego lo dejé porque llegó “la edad difícil”, me sentía vieja, gorda, torpe y estaba muy desmotivada por varias razones, pero siempre se me quedó el “¿y si?” de la gimnasia clavado, así que en cuanto tuve la oportunidad, después de terminar mis estudios y haber trabajado un poco, me subí de nuevo a la barra en Luxemburgo, de la mano de Camelia y Simona Renciu, gimnastas internacionales rumanas de los 80. Esa vez la barra me pareció que estaba aún más alta, pero con ellas volví a perderles el miedo a los aparatos y hasta a competir. Gané con mi equipo la “Coupe de Encouragement” de Luxemburgo y todo. Luego en Francia sólo tenía tiempo de hacer preparación física de gimnasia artística, algo de técnica de aparatos y algo de ballet, pero todo eso me ayudó a no perder del todo lo que había adquirido en Luxemburgo. Cuando volví a España, mi antiguo entrenador me dijo que Pablo entrenaba en el Ximnasia Pontevedra y que tenían grupo de adultos, así que allí me fui, pero del grupo de adultos pasé al club. La historia se repite con pequeñas variantes.

Háblame de las ventajas y desventajas de empezar a practicar la gimnasia a los 20.

Bueno, yo no empecé a los 20 sino a los 14, lo dejé a los 16 y volví a los 27, pero supongo que te refieres a empezar “de mayor” en general.

Sí, exactamente.

Desventajas hay muchas, pero hay un par de ventajas interesantes. Entre las desventajas están que, a menos que tengas un físico excepcional o no seas una chica, a esas edades eres más lenta, y la gimnasia tiene que ser rápida. Además te cuesta más aprender cosas nuevas y corregir los elementos viciados. Y te cansas muchísimo, al menos yo. Por otra parte, tienes que lidiar con los avatares propios de la vida a esa edad. Supongo que a los 20 mucha gente es aún estudiante, pero yo a los 30 (prácticamente 31 ya) tengo que enfrentarme al trabajo, las facturas, la convivencia en pareja, al “qué voy a hacer de mi vida” propio de la “Generación X”, etc., y tener todas esas cosas en la cabeza no ayuda nada a concentrarse ante determinados elementos. De todas formas, para mí la gimnasia es también una liberación: me ayuda a descargar tensiones y hasta a organizarme mejor. Las ventajas de hacer gimnasia a los 30 es que no se espera realmente mucho de ti, así que cualquier logro que alcances estará bien, lo haces principalmente por ti y eso te libra de muchas presiones. Además, estás ya de vuelta de algunas cosas, de modo que no te afectan y eso te ayuda a desenvolverte mejor en los entrenamientos y en las competiciones. Ah, otra ventaja es que los críos que entrenan contigo, hasta los que te dan mil vueltas en habilidad gimnástica, te admiran hagas lo que hagas: ¿una tía que podría ser tu madre actuando como una hermana mayor? ¡Eso es guay!

¿No te has planteado nunca, tú que también has mamado la filología, escribir un libro contando tus avatares gimnásticos?

Claro que sí, ¡pero no tengo tiempo con tanto entrenamiento! Ahora en serio, la verdad es que aunque se me haya pasado por la cabeza, hay historias bastante más interesantes que la mía. Fijaos en algunas de las fichas de Gimnastas.net o en el reportaje que Sylvia García le dedicó a su padre, el antiguo seleccionador nacional femenino Ramón García. Hay incluso historias más interesantes de gimnastas “mayores”, no sólo la de Chusovitina, sino, por ejemplo, la de Elena Sánchez Blume, la hermana de Joaquín Blume: ¡fue Campeona de España estando embarazada! Larissa Latynina hizo algo parecido. Cualquiera de los gimnastas españoles de los años 60 y 70 te puede contar un montón de historias gimnásticas interesantes, incluso historias de terror por las condiciones en las que entrenaban y por los surrealismos políticos. Si escribo alguna historia gimnástica, será de otros. De todas maneras en esta entrevista ya lo cuento casi todo, ¡me voy a quedar sin exclusivas! Lo que sí estoy preparando es un libro de poemoides y “calito(h)eces”, algo así como greguerías, pero está algo aparcado. Ya saldrá.

Pues si de verdad en un futuro vas a publicar tus “calito(h)eces”, resérvame un ejemplar. Precisamente te iba a preguntar ahora por Gimnastas.net, tu página web dedicada a la gimnasia, ciertamente modesta pero muy apañada.

Con sus medallas de los campeonatos gallegos. Foto Cristina MJ¿Modesta? ¡Es muy ambiciosa! Demasiado, la verdad. Pero gracias a colaboradores como tú y muchos lectores que me envían sus noticias, comentarios, anuncios, anécdotas y toda clase de información, se va completando poquito a poquito. Llevo otras páginas web de proyectos personales, no sólo las de mis clientes y la de mi club, pero Gimnastas.net es mi niña bonita de un tiempo a esta parte y espero poder dedicarle al menos unas horas a la semana durante mucho tiempo más. Tengo proyectado un cambio de diseño desde hace meses para adaptarla a las nuevas secciones y hacerla más usable, a ver si consigo que se convierta en una resolución de año nuevo que se cumpla.

Tu maleta, entre unas cosas y otras, tiene ya casi más kilómetros que el baúl de la Piquer, así que supongo que te habrá dado tiempo a ver de todo. ¿Qué comparaciones podrías hacer en la forma de vivir la gimnasia en los distintos países del extranjero con respecto a nuestro país?

Tampoco he viajado tantísimo, pero sí he pasado unos años viviendo en el extranjero. La principal diferencia que he notado es que hay más medios en otros sitios. En Luxemburgo entrenaba en un “club humilde”, como decían ellos, y prácticamente era como el CARD de Madrid, con varios aparatos de cada para masculina y femenina. Hay mucha más promoción en general y veo que no están obsesionados con los resultados de las competiciones ya desde la base. En Francia y Luxemburgo, y esto es algo que también vi en 1999 en EE. UU., hay muchísimas niñas que hacen gimnasia sin que nadie se preocupe de si serán olímpicas o no. Hay muchas competiciones de todos los niveles y edades, y eso mueve bastante dinero, pues aunque hay que pagar un poco para inscribirse y a veces (pero del orden de los 5 euros o menos) para asistir, repercute en la compra de materiales para los clubes. Además, como las competiciones son muy variadas, suele haber bastante público, con lo que los patrocinadores se animan y así las familias de las gimnastas no tienen que pagar tanto. Las niñas entrenan para pasárselo bien y hacerlo lo mejor posible y luego, poco a poco, algunas destacan y ya se lo toman más en serio, con lo que van saliendo gimnastas buenas de nivel internacional. Pero eso, hay muchas niñas porque no se desanima a nadie, y tienen muchas oportunidades para rodarse, y así hay más posibilidades de que varias lleguen arriba.

España, después de un período gimnástico de bastante esplendor (principios de los 80-2006) vive en los últimos años una travesía del desierto importante, al menos en categoría femenina. ¿Ves alguna solución para esto a corto/medio plazo?

A mí lo que me parece raro es la época de esplendor, no la travesía del desierto. Con los pocos medios y la poca promoción que se le da a la gimnasia en este país, no se le pueden pedir peras al olmo. Lo del “milagro Carballo” tiene mucho trabajo detrás, pero sí que es algo de milagro. Quizás la sequía de ahora tenga que ver lo de la cultura del esfuerzo, que se está perdiendo, por lo visto, y antes ayudaba a destacar. O los nuevos códigos, que quizás la gimnasia española no ha sabido o podido digerir. Yo he visto a chicas buenas tanto en Madrid como en Barcelona (supongo que en otros sitios también van avanzando). Lo importante es que no se desanimen y que no las presionen innecesariamente. En la gimnasia hay que tener mucha paciencia (yo no la tengo, pero eso me permite no perderla).

Sobre la situación del país en general, ¿qué piensas que es más complicado, hacer un doble flic-flac más triple pirueta o poder salir adelante en condiciones con la crisis económica?

Ambas cosas son muy difíciles de hacer, sobre todo hacerlas bien, que sería lo ideal, pero con pequeños apaños se puede ir capeando el temporal, cruzando los pies en la pirueta y cosas así.

Y para terminar, debo decir que hoy, día 2 de noviembre, es el cumpleaños de nuestra protagonista, así que no veo un mejor final para esta cordial charla que felicitarle por sus 31 añitos recién cumplidos, y también darle las gracias por permitirme reflejar sus impresiones en este espacio que ella, todo hay que decirlo, me ayudó a crear.

Gracias a ti, Víctor. Un placer. Por cierto, si os pasáis por casa para celebrar el enésimo cumpleaños de la “Superabuela”, os invito a merendar y a vídeos de gimnasia.

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  1. #1 by Alberto Portabella on 3 noviembre 2009 - 13:40

    Y que cumplas otros mil……….

  2. #2 by Sylvia on 4 noviembre 2009 - 12:52

    Felicidades!!! Eres la caña!
    Bso!

  3. #3 by Teco on 6 noviembre 2009 - 1:22

    Victor mi alma, mas fotitos de este peaaaacho de mujer y gimnasta hombre! Que para eso tuvo su sesión en el CARD! Mola Cris, la historia de tu 1ª etapa en la gim a mi no me la contaste así cachoperra!

  4. #4 by victor on 6 noviembre 2009 - 2:24

    Ya me hubiese gustado poner más fotos, Teco; pero como no nos dio por saco el maldito WordPress ni nada con las fotitos… Cristinita y yo estuvimos el pasado domingo hasta unas horas de la madrugada más que respetables “aguantando” al dichoso programita porque estaba bastante graciosillo con las imágenes; todo para que la entrevista tuviera una presentación cuando menos decente, XD.

  5. #5 by Calítoe.:. on 6 noviembre 2009 - 12:42

    Oye, Víctor, que WordPress es amigo mío, un respeto. 😉 Seguramente había unas comillas mal puestas o algún plugin interfiriendo, pero bueno, algo conseguimos al final.
    ¿Qué versión te conté a ti, Teco? ¿Con más detalles o menos? ¿Con más dramatismo o menos? 🙂

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